Un anciano, vecino de la barriada algecireña de Pelayo, ha sido identificado como el supuesto responsable de algunos de los doce incendios forestales registrados durante este verano en los montes de Tarifa, tanto en el Parque Natural del Estrecho como en el de Los Alcornocales.

Según ha podido saber este periódico, la Guardia Civil ha imputado este ciudadano como autor de algunos de los fuegos, pero continúa las investigaciones, centradas en una segunda persona que también podría ser responsable de los graves hechos.

La Guardia Civil tuvo indicios desde un primer momento de que algunos de los incendios registrados correspondían a negligencias, pero otros eran intencionados y era cuestión de tiempo que localizara al o los responsables. Desde el incendio del 3 de julio en El Bujeo, el Infoca ha tenido que actuar en el Cortijo de la Hoya, en Punta Camarinal, en el Mirador de Cazalla y en el paraje de La Joya, en todos estos lugares al menos dos veces. Tanto fuego, a veces con nocturnidad y en lugares tan concretos, llevó a la Guardia Civil a iniciar una investigación, que ya ha llevado a encontrar a un supuesto autor, del que todavía se desconocen los motivos.

El pasado 2 de agosto, la Junta de Andalucía y el Gobierno central anunciaron que reforzarían los controles en carriles y caminos forestales de Tarifa para evitar la proliferación de estos desastres. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) comenzó a investigar a principios de agosto. "Nos preocupa y resulta alarmante esta proliferación en tan breve espacio de tiempo y en la misma zona, tal como nos han transmitido también los ciudadanos que viven en esas inmediaciones", explicó entonces el delegado territorial de Medio Ambiente, Ángel Acuña.

Desde principios de mes, la Policía adscrita a la Junta y los agentes de medio ambiente reforzaron los controles que ya se solían realizar en la zona. Han identificando a las personas y los vehículos que circulan desde entonces por los carriles y pistas forestales de Tarifa. El incendio de mayor calado del verano se produjo en la zona conocida como El Palancar y quemó nada menos que 150 hectáreas. Hasta el pasado sábado, el Infoca tuvo que volver a actuar para extinguir una reproducción del incendio.

Toda esta situación ha creado un estado general de alarma entre la población, además de la preocupación entre los responsables políticos y los colectivos ecologistas.