La Línea

El Plan para las Zonas Desfavorecidas beneficiará al 25% de los linenses

  • El Ayuntamiento aspira a recibir 1,8 millones de euros para favorecer la inserción social y laboral en Los Junquillos y La Atunara

  • Entre ambas barriadas suman 16.000 habitantes

Vista general de la barriada de Los Junquillos

Vista general de la barriada de Los Junquillos / Erasmo Fenoy

El Ayuntamiento de La Línea aprobó el pasado jueves en el Pleno el Plan Local de Intervención en Zonas Desfavorecidas, cuyo objetivo es favorecer la inserción socio-laboral de las personas de las barriadas de Los Junquillos y La Atunara que se encuentran en riesgo de exclusión social. Para ello la Junta de Andalucía debe aportar un total de 1.843.276,85 euros para su desarrollo hasta el año 2021.

Para el diseño del plan, la Secretaría General de Servicios Sociales concedió al Consistorio una subvención de 19.078,38 euros, con los que se contrató a la empresa Red Andaluza de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social, que cuenta con una dilatada experiencia en este campo. La Administración, los agentes sociales que intervienen en estas zonas y sus residentes han intervenido en la elaboración de la estrategia, plasmada en un documento que ahora tiene que visar la Junta de Andalucía para autorizar la subvención.

El porcentaje de paro en los dos barrios es de un 60% y el 7% no tiene estudios

Durante los tres últimos meses se ha elaborado un diagnóstico de la situación de la ciudad, con especial incidencia en Los Junquillos y La Atunara. Ambas barriadas congregan a 16.094 habitantes (9.660 en Los Junquillos y 6.434 en La Atunara), lo que representa el 25% de la población total de la ciudad. El porcentaje de paro en ambas zonas supera el 60% y la población sin estudios está por encima del 7%. Además, el estado de viviendas en mal estado supera el 50%. Estos datos sitúan a los dos barrios linenses entre los más desfavorecidos de Andalucía en cuanto a paro (solo por detrás de Las Palmeras (Córdoba), Montaraz (Barbate), Álora (Málaga) y Jédula (Arcos) y en viviendas en mal estado.

El informe elaborado para desarrollar el proyecto recoge que en Los Junquillos la situación de emergencia, degradación y necesidad desencadena una situación de pobreza y necesidad que termina por segregar a la población. “Esta segregación, de carácter social, cultural, económica y urbana que afecta a los ciudadanos y a colectivos de estas barriadas suponen una reducción de interacciones con el resto de la ciudad”. También indica que el género es la principal característica que influye en la posibilidad de obtención de oportunidades de empleo. “Siguen existiendo barreras que dificultan que las mujeres puedas prosperar, especialmente en este contexto tan desfavorecido”, destaca el documento.

En cuanto a La Atunara, además de estos factores, el análisis de la zona concluye que el aislamiento espacial promueve la desintegración social, especialmente las capas más pobres, generando fenómenos como la aglomeración de familias, degradación ambiental y urbanística, altos niveles de desempleo, desprotección social, bajos niveles educativos, muchos embarazos en adolescentes o la ocupación de inmuebles vacíos, entre otras circunstancias.

Además, destaca que los problemas de seguridad son elevados, no solo por la existencia de actos vandálicos y pequeños hurtos en propiedades privadas o públicas, sino que un sector de la población, especialmente joven, está altamente condicionado y motivado para entrar a formar parte de bandas de delincuencia organizada que se dedican al contrabando de tabaco y de sustancias estupefacientes.

El plan se desarrollará hasta 2021, a razón de 476.000 euros por año con distintos programas

Para revertir la situación, el Plan Local de Intervención en Zonas Desfavorecidas plantea varias medidas con acciones en todos los puntos de conflicto localizados a través de cuatro ejes: desarrollo económico y comunitario sostenible, políticas públicas para el bienestar y la cohesión social, mejorar el hábitat y la convivencia y trabajo en red.

Entre las acciones del primer eje destacan el incremento del nivel de empleabilidad de las personas residentes en las zonas, especialmente en las mujeres y las personas en situación de exclusión que les permita el acceso al mercado laboral, además de adaptar e implementar las políticas activas de empleo a las necesidades específicas de las personas en situación de exclusión o riesgo de estarlo. También incluye favorecer el comercio local y sus canales de comercialización dentro de las zonas desfavorecidas.

Otras propuestas son incrementar y consolidar el número de empresas que participan en el desarrollo de las zonas, fomentando la responsabilidad social, impulsar la economía cooperativa, social y solidaria y disponer de un instrumento de intervención en materia de empleo específico.

Las políticas públicas obligatorias son el desarrollo de itinerarios de inclusión sociolaboral y aumentar el número de profesionales de los centros de servicios sociales comunitarios. También plantea reducir el número de infraviviendas y plantear acciones formativas para reducir brechas.

En cuanto al hábitat y la convivencia, se pretende incrementar los espacios públicos y el número de equipamientos deportivos y culturales, garantizar el acceso a los servicios básicos y reforzar la vigilancia y el control de los delitos.

Empleo

Para llevar a cabo estos proyectos, las medidas y actuaciones previstas van dirigidas según por sectores de edad en un amplio abanico de campos. En materia de empleo el plan promoverá la conexión entre los diferentes agentes organismos y organizaciones implicados en proyectos que potencien los niveles de empleabilidad de la población de la zona, especialmente en mujeres y personas en riesgo de exclusión. De esta manera facilitarán su acceso y participación en el Programa de Orientación Laboral, la Feria de Ciclos Formativos y el Instituto Municipal de Empleo y Formación (Andalucía Orienta, Club de Trabajo y programas Emple@Joven y Empleo@30).

Además, se fomentará la realización de talleres de búsqueda de empleo para minorías étnicas y se diseñarán cauces de comunicación y coordinación entre las diferentes consejerías en materia de empleo, educación y servicios sociales a través de la oficina técnica del plan.

Además, se pretende dar impulso a la actividad comercial sostenible y de calidad, fomentar el asociacionismo entre los pequeños negocios de la zona y apoyar las campañas de publicidad que pretendan trabajar la importancia y utilidad del comercio local y de proximidad. La información sobre autoempleo e iniciativas empresariales es otro de los campos para explotar.

Civismo

En materia de educación, el proyecto pretende fomentar programas existentes en materia de lucha contra el absentismo escolar desde el ámbito municipal en coordinación con las entidades del Tercer Sector que trabajan con menores en edad escolar. La intención es potenciar y apoyar las escuelas de padres y madres para incentivar la autorresponsabilidad y la gestión de situación familiares. La organización de escuelas de verano y de actividades de refuerzo educativo para menores con riesgo de absentismo o fracaso escolar son otros objetivos.

Una iniciativa interesante es la realización de programas de sensibilización a través de modelos de referencia reconocidos en el municipio, como deportistas o artistas, que sirvan como ejemplo a menores y les informen de la importancia de la educación y el esfuerzo. La prevención de la drogodependencia, la realización de campañas de sensibilización sobre la importancia de la igualdad de género y la información sobre salud sexual y reproductiva son otros temas en los que incide la estrategia.

Vivienda

En materia de vivienda, se promoverá el desalojo (temporal o definitivo) de infraviviendas y el realojo en una casa digna. Dentro de las posibilidades del municipio, se intentará eliminar las infraviviendas y se reformarán las que están en buen estado con la instalación de ascensores y la eliminación de barreras arquitectónicas. En estas zonas es frecuente la ocupación del suelo público y se pretende realizar acciones preventivas para evitar estas ocupaciones.

La promoción de hábitos saludables en estas dos barriadas se fomentará a través de campañas informativas, con talleres de sensibilización sobre la obesidad infantil, sobre la importancia de hacer deporte o específicos para minorías étnicas.

El civismo es otro asunto en el que incide este plan, que plantea programas y campañas desde áreas municipales y entidades privadas que fomenten una pedagogía del hábitat y talleres de habilidades sociales e inteligencia emocional con menores con problemas de conducta. Destaca la posibilidad de que se realicen servicios en beneficio de la comunidad como consecuencia de un acto delictivo, la actuación de los agentes tutores para asegurar la asistencia a clase de los menores en edad escolar y actuaciones encaminadas a prevenir la compra y la venta de sustancias nocivas entre los menores de secundaria, además de la promoción de acciones de seguridad ciudadana en la zona.

Programación del plan

Para alcanzar los objetivos marcados en el plan, se creará una plataforma en cada una de las zonas, con participación de los sectores sociales implicados y administraciones. Además, personal público hará de nexo entre entidades públicas y privadas para facilitar la coordinación de todos los agentes implicados.

Los recursos económicos para el desarrollo del plan son 1,8 millones de euros, repartidos en anualidades de 2018 a 2021. Sin embargo, al haberse desarrollado al final del año, su vigencia podría alargarse hasta 2022. Para 2019 están previstos 476.478,64 euros para llevar a cabo los proyectos previstos. Además, como personal se deberá contratar a un coordinador, ocho trabajadores sociales, dos educadores, un psicólogo y un maestro.

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