Unión, Progreso y Democracia (UPyD) defiende la "europeidad" de Ceuta y Melilla, partiendo de la necesidad de que ambas ciudades autónomas "pertenezcan al espacio económico europeo". Eran las declaraciones ofrecidas por el candidato a las elecciones europeas, Francisco Sosa Wagner, durante la visita que ayer efectuó a nuestra ciudad. El cabeza de lista al Parlamento de la Unión Europea insistió en el caduco debate sobre la incuestionable españolidad de ambas ciudades y que ahora toca hacer hincapié en una europeidad que no contemple ninguna singularidad, "que pertenezcan con absoluta normalidad a este espacio, sin perjuicio de que puedan encajar en algunas de las fórmulas pensadas en el derecho europeo para favorecer regiones o espacios territoriales que están en la situación específica en que se encuentran estas dos ciudades", apunta.

De cara a las europeas, Sosa explicó el posicionamiento de UPyD frente al Tratado de Lisboa, a expensas de la ratificación de la República Checa y Alemania "apostamos por su aprobación porque es un paso adelante en la construcción de Europa", insiste el candidato para añadir que los estados de la UE "se han quedado pequeños como instituciones políticas", ante lo que es necesario impulsar la "creación de grandes espacios políticos de carácter territorial".

El partido liderado por Rosa Díez aboga, además, por establecer una "única voz fuerte" de Europa ante el resto de potencias del mundo y de organizaciones mundiales "que condicionan la vida política del planeta en su conjunto", tales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.

Por otra parte, el candidato de Unión Progreso y Democracia lamentó el alto porcentaje de abstención a las urnas que suele ser habitual en estas elecciones y, en este sentido, recordó la importancia que la normativa europea tiene en la vida cotidiana de los ciudadanos de los estados miembros de la Unión Europea, "es un contrasentido que la ciudadanía acuda a votar a las elecciones generales y no asista a las europeas. Deben saber que el 70% de las leyes aprobadas por los estados europeos son normas traducidas del ordenamiento europeo", asevera.