Medio Ambiente

La inevitable vuelta del lobo a los bosques

  • Varios expertos defienden el papel del depredador para equilibrar los ecosistemas: reduce el número de herbívoros y propicia así el rejuvenecimiento de las masas arbóreas

  • Su caza está prohibida en España desde 2021 y ya se aprecia un aumento de 'canis lupus' en el norte, lo que ha propiciado tensiones entre ganaderos y partidarios de su reintroducción

  • La difícil reintroducción del lobo para la regeneración de Los Alcornocales

Un lobo  Ibérico  descansa en la reserva Natural de Marcelle (Lugo).

Un lobo Ibérico descansa en la reserva Natural de Marcelle (Lugo). / Eliseo Trigo / EFE

La reintroducción del lobo en ecosistemas en los que había coexisitido para equilibrar las poblaciones de herbívoros silvestres, como plantea el ingeniero de montes Rafael Sánchez Vela para regenerar el Parque Natural de Los Alcornocales, es una teoría que se viene tratando desde hace años y no solo para este enclave natural, sino en otras muchas zonas.

La caza de este depredador está prohibida desde 2021 y este hecho ha provocado tensiones en el norte de España entre ganaderos y partidarios de su reintroducción. La más reciente y polémica tuvo lugar el pasado 29 de abril, cuando aparecieron dos cabezas de lobo en las escaleras del Ayuntamiento de Ponga, donde se reunía el Gobierno de Asturias. 

El biólogo Vicente Jurado Doña, junto al también biólogo Eduardo Briones y a los ingenieros Miguel Jurado Serra y Blanca María Guerrero Muñoz, abordaron el asunto en el II Coloquio Internacional de Geografía Rural que organizó la Universidad de Granada en 2018 y que luego, modificado, se publicó en el número 49 de la revista Almoraima, editada por el Instituto de Estudios Campogibraltareños.

El artículo Alcornocal y la producción de corcho en los últimos 50 años (1967-2017) en los montes propios del Ayuntamiento de Los Barrios alude a la “alta densidad de herbívoros silvestres (ciervos, gamos, corzos, muflones, cochinos asilvestrados)” y recoge que los gamos “se reintrodujeron a principios de los 80 y dada la ausencia del principal depredador, el lobo, se ha producido una explosión demográfica preocupante”.

Presencia abundante

“El lobo, uno de los grandes carnívoros del bosque mediterráneo, fue bastante abundante en las Sierras del Aljibe y del Campo de Gibraltar en los siglos pasados y hay datos históricos desde al menos 1783 que reflejan las numerosas batidas que se organizaban en los pueblos de todas estas sierras. Quizá la posibilidad de la reintroducción del lobo en ciertas áreas del Parque Natural pudiese ayudar a la supervivencia del alcornocal”, indica el artículo.

El estudio también recoge que a principios del siglo XX, "el auge de la industria corchera permitió el favorecimiento de la masa de alcornocales y la lenta desaparición del quejigo, utilizado en parte para las traviesas de ferrocarril de Bobadilla a Algeciras" y destaca que "un siglo después nos encontramos en una situación casi contraria: un proceso de expansión del quejigal, y un lento declive de los alcornocales inmersos en una baja tasa de regeneración demográfica, una fuerte presión de herbívoros y una elevada tasa de mortalidad como consecuencia del cambio climático y de la enfermedad de la seca".

Vicente Jurado recoge que, en el caso, de los montes de propios de Los Barrios, en los últimos 30 años ha crecido de modo muy considerable la densidad de los herbívoros. "Las capturas en los últimos 28 años (1989-2017) han aumentado espectacularmente. Se ha pasado de capturas de unas 25 reses al comienzo del período estudiado (1989-1990) a 400 reses en la actualidad (2016-2017)", indica. 

Evolución del número de reses abatidas (ciervos, gamos, muflones y cochinos asilvestrados) durante el periodo 1989-2018. Evolución del número de reses abatidas (ciervos, gamos, muflones y cochinos asilvestrados) durante el periodo 1989-2018.

Evolución del número de reses abatidas (ciervos, gamos, muflones y cochinos asilvestrados) durante el periodo 1989-2018.

El ecologista Juan Clavero también se muestra de acuerdo con esta teoría. En un artículo publicado en Diario de Cádiz el 1 de marzo de 2021 titulado ¡Que venga el lobo!, Clavero defiende el papel del lobo como depredador y defensor de los ecosistemas: “Hay medidas para prevenir o compensar el daño que puedan provocar a la ganadería extensiva. Los mastines, animales potentes y nobles, son el mejor invento contra el ataque de los lobos al ganado”, señala.

El ecologista recuerda en ese artículo que la Conferencia de Comunidades Autónomas decidió proteger al lobo a nivel nacional, “eso sí, con la férrea oposición de las comunidades del noroeste, las que más lobos tienen, y -¡oh sorpresa!- de la Junta de Andalucía, que una vez dejado extinguir al lobo, no quiere que vuelva a nuestras sierras”.

La "voluntad política"

En las Jornadas formativas, divulgativas y de coordinación sobre el lobo ibérico en Andalucía, celebradas en Iznájar (Córdoba) en diciembre de 2022, también se abordó este asunto. El biólogo Ángel M. Sánchez, director del Proyecto de Voluntariado para el Censo del Lobo, con sede en la Universidad de Alcalá de Henares, explicó en el periódico El Día de Córdoba sobre la posible la posible reintroducción de la especie: "No es un disparate. Es factible ecológicamente y en la comunidad hay zonas adecuadas donde podría hacerse ya. Pero depende de la voluntad política".

Ángel M. Sánchez recurre al lince ibérico como ejemplo de cómo habría que actuar con respecto al lobo y defiende que la reintroducción de la especie en Andalucía, aunque polémica, es "factible ecológicamente". "Es difícil pero no imposible, porque aquí ha habido lobos toda la vida", propone.

El asunto depende directamente del Ministerio para la Transición Ecológica, que según Sánchez es "muy permeable" a la reintroducción de este carnívoro. Sin embargo, al estar las competencias medioambientales transferidas a las comunidades autónomas, el apoyo de la Junta de Andalucía resultaría también clave, y hasta el momento no ha existido con independencia del color político de los gobiernos, lamenta.

Ángel M. Sánchez sostiene: "El lobo puede coexistir con los seres humanos y, de hecho, conviven en lugares como Galicia". También en Zamora, León, Asturias o Cantabria existen grandes comunidades de lobos y problemas como los ataques al ganado son "excepcionales". "Hay estudios científicos que demuestran que, si tienen acceso a ungulados (jabalíes, venados, cabras montesas…) los lobos lo prefieren al ganado, al que no van a atacar", expone el biólogo. 

"En Andalucía sería posible hacer esto ya, porque hay zonas adecuadas donde encontrarían alimentación suficiente", incide Sánchez, quien apela a la voluntad política para dar este paso. Y cita como ejemplo exitoso la reintroducción del lobo en el parque nacional de Yellowstone, en Estados Unidos.

Ecologistas en Acción también apuesta por esta reintroducción en Andalucía y ha dirigido un escrito al consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, instándole a que adopte medidas legales para conseguir la recuperación de las poblaciones de lobos, especie extinguida precisamente por la "inacción" de la Administración autonómica. 

No obstante, su reintroducción no sería fácil debido a la oposición de los ganaderos, que tendrían que cambiar su sistema y realizar inversiones para que los animales contasen con una constante vigilancia. Además, la existencia de cercanos cinegéticos, como en Los Alcornocales, dificultaría su expansión. Contar con corredores seguros para que las manadas ganen territorios es otra de las claves. 

Prohibición de su caza

La prohibición de cazar lobo ibérico en España entró en vigor el 22 de septiembre de 2021 tras su inclusión en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (Lespre), un logro de distintos colectivos ecologistas que llevaban años defendiendo la especie debido a su importante rol como depredadora en el ecosistema español.

La presencia del lobo en este listado implica, entre otras medidas, la evaluación periódica del estado de conservación del lobo ibérico. También incluye medidas que van desde la información sobre los sistemas de control de capturas a planes de recuperación.

La normativa establece algunas excepciones, ya que se podrán extraer y capturar lobos que cuenten con autorización administrativa de la comunidad autónoma siempre que "no exista otra solución satisfactoria", es decir, si las explotaciones afectadas por ataques de lobos al ganado han aplicado "adecuadamente" medidas preventivas que han resultado ineficaces.

Otra de las excepciones se da en el caso de que la caza no afecte al estado de conservación favorable de la especie y si se justifica la existencia de "perjuicios importantes para el ganado en las explotaciones afectadas".

La decisión avivó la llama de la disputa entre conservacionistas y el mundo rural, que considera que ahora es la ganadería la que está en peligro. De hecho, los consejeros de Medio Ambiente de las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León se manifestaron en contra de este cambio y el 24 de mayo de 2022 el pleno del Congreso de los Diputados debatió la posibilidad de volver a cazar lobos en España en una iniciativa propuesta por el PP, que contaba con el apoyo de Vox, PRC y Foro Asturias frente al rechazo manifestado por PSOE, Unidas Podemos y la abstención de Cs. La propuesta finalmente no fue aprobada.

Tensión en Asturias

La tensión se ha elevado en Asturias, donde el pasado 2 de abril aparecieron dos cabezas de lobo en las escaleras del Ayuntamiento de Ponga, donde se reunía el Consejo de Gobierno de Asturias. El presidente del Principado, Adrián Barbón, mostró su "condena rotunda y radical" ante unos hechos que calificó de delictivo.

La Coordinadora Ecologista de Asturias mostró su rechazo "contundente" ante este hecho y recordó que "no es la primera vez" que se producen "estas brutales acciones de violencia". 

El lobo en Andalucía y España

Los indicios más recientes de Canis lupus al Sur de Sierra Morena se remontan a 2013, cuando el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre, con sede en Málaga, certificó la recogida de cinco excrementos de lobo, tres de ellos en la Sierra de Andújar (Jaén), y dos de ellos en el continuo de bosque mediterráneo formado por las sierras de Hornachuelos y el Norte de Sevilla. Desde esa fecha no hay otros indicios. Ni observación directa ni ningún tipo de evidencia. En otras regiones donde sí se han detectado familias, el voluntariado ha instalado cámaras de fototrampeo y realiza seguimientos.

La enorme dispersión del cánido y su capacidad de recolonización empieza a dar sus frutos en España. En la actualidad, el lobo ibérico ha llegado desde el norte a Madrid a través de la Sierra de Guadarrama y existen manadas reproductoras en la sierra madrileña. Así, la esperanza de expertos y amantes de este animal es que el lobo atraviese Castilla la Mancha y alcance finalmente Extremadura y Andalucía.

En Cataluña, donde hay identificados unos cuatro ejemplares, también se preparan para la llegada del lobo: “Es cuestión de tiempo que se reproduzcan y se instalen en nuestros bosques. Puede ser cosa de tres años o de veinte, pero es inevitable”, indica el experto Gabriel Lampreavel al digital eldiario.es.

En esta última comunidad una plataforma de nueve organizaciones animalistas y ecologistas apuesta por recuperar las poblaciones de lobos, una propuesta a la que se opone el sindicato agrario Unió de Pagesos, mientras que la Asociación de Jóvenes Agricultores (JARC) se muestra reticente.

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