Campo de Gibraltar

Los trabajadores españoles en Gibraltar preparan una manifestación contra el Brexit

  • Protestarán por la "deplorable" maniobra de Boris Johnson y pedirán un acuerdo nacional para proteger a la ciudad

  • El colectivo buscará el apoyo de la Mesa de Trabajo por La Línea en su reunión de este lunes

El paso fronterizo de La Línea.

El paso fronterizo de La Línea. / Erasmo Fenoy

La turbidez de la política británica a 55 días de la última fecha marcada para la salida del Reino Unido y de Gibraltar de la Unión Europea mantiene a los trabajadores españoles en Gibraltar sumidos en un estado de  incertidumbre y preocupación que las administraciones españolas no consiguen apaciguar con sus llamadas a la calma. Tanto es así que, para expresar esa intranquilidad y reclamar medidas específicas para La Línea frente al Brexit, la Asociación Socio Cultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg) ha comenzado a preparar una gran manifestación en la ciudad en la que confía en implicar a instituciones, colectivos, asociaciones y al mayor número de ciudadanos.

Ascteg llevará esta manifestación a la reunión de la Mesa de Trabajo por La Línea que se celebrará en su sede el próximo lunes por la tarde. Esta agrupación de partidos políticos, sindicatos, comerciantes distintos colectivos con implantación en el municipio decidirá entonces si se suma a la convocatoria, desatada después de que el primer ministro británico, Boris Johnson, maniobrara para suspender el Parlamento entre el 10 de septiembre y el 14 de octubre, lo que reduciría las opciones de la Cámara de impedir el Brexit salvaje que persigue el líder conservador.    

El portavoz de los trabajadores españoles en Gibraltar, Juan José Uceda, considera que es "urgente" alcanzar un acuerdo nacional para proteger a La Línea del "tsunami" que amenaza con arrastrarla si el ex alcalde de Londres consigue imponer una salida abrupta de la Unión Europea, lo que traería consecuencias impredecibles para la Verja. "Nos tememos que los españoles tengamos que pedir un pasaporte para cruzar la frontera, sufrir colas eternas, carecer de contratos europeos, del derecho a la sanidad, al paro, a la pensión, a la enfermedad, a los accidentes laborales o a la maternidad", afirma.

Los trabajadores españoles en Gibraltar califican de "deplorable" la decisión del primer ministro británico, Boris Johnson, de paralizar el Parlamento británico, algo que "ha consternado a la ciudad de La Línea" ante la previsión de "la locura del Brexit".

Este mismo viernes, en Málaga, el consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, Rogelio Velasco, lanzó "una llamada a la calma, a la tranquilidad", porque las medidas que ha diseñado el Gobierno andaluz "van a servir para paliar los efectos negativos" del Brexit en la comunidad autónoma. "Especialmente en el área del Campo de Gibraltar, hay toda una serie de medidas que se van a aprobar e implementar, de manera que se va a mitigar en la medida que sea posible los efectos negativos", dijo. 

"Si realmente se produce un Brexit duro", en el conjunto de la economía andaluza "habrá unos días, semanas, de cierta confusión, porque en estos momentos ni siquiera hay conocimiento de qué documentos va a requerir cada parte para que haya un flujo de mercancías suave, continuo, como el que tenemos ahora". Tras apuntar al respecto que hay "cuestiones de control aduanero, por ejemplo, que no están aún resueltas", Velasco expresó su esperanza en que, "por ambos lados, y especialmente por el de Reino Unido, reine la sensatez", y que la salida del país británico de la UE "se haga de una manera razonable, sensata, respetando plazos y no acelerando o yéndose de mala forma". 

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en funciones, Josep Borrell, defendió el pasado jueves que los planes de contingencia firmados entre Reino Unido y España para el Campo de Gibraltar y el Peñón "siguen siendo válidos" aunque todavía persiste una "especial preocupación" para ver cómo se administra la Verja con Gibraltar. El Gobierno español hará lo posible para que no haya "distorsión" en el tránsito de trabajadores, aunque Borrell manifestó que, "guste o no", el estatus jurídico va a cambiar y la Verja tendrá que regirse por las normas europeas. "No vamos a hacer nada que no esté dentro del estricto respeto a las normas comunitarias pero haremos todo lo posible para que no haya ninguna distorsión en el tránsito de trabajadores", sentenció.

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