La Guardia Civil y la Gendarmería marroquí mantienen la alerta en el espigón fronterizo de Ceuta

La Guardia Civil y la Gendarmería marroquí mantienen una vigilancia especial en el entorno de la frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos, tras la entrada durante la madrugada del pasado sábado de más de 60 migrantes, entre ellos 54 menores de edad.

La mañana de este lunes se mantiene la situación de alerta, sobre todo en el lado marroquí de la valla fronteriza, para impedir que los migrantes se lancen al mar y traten de llegar a las costas de Ceuta.

La presencia de patrulleras en el mar no se ha advertido ya en esta jornada, si bien las patrullas terrestres de la Guardia Civil están preparadas para dar la alerta en el momento en que se produzca cualquier intento de entrada por la zona.

El espigón fronterizo se mantiene esta mañana en una situación de absoluta tranquilidad con un mar completamente calmado, después del oleaje de las últimas jornadas.

Esta tranquilidad se asocia directamente con un mayor despliegue de efectivos en el lado marroquí del espigón fronterizo, lo que ha motivado que muchos jóvenes hayan optado por desistir de lanzarse al agua, mientras que otros han sido arrestados por las fuerzas marroquíes, sin que lleguen a las costas de Ceuta.

Esta situación se produce después de un fin de semana de constantes intentos de entrada a nado, especialmente durante la madrugada del sábado, cuando más de 60 migrantes accedieron a la ciudad por la vía marítima, entre ellos 54 menores.

Estas entradas han motivado que el Gobierno ceutí que preside Juan Jesús Vivas (PP) haya reclamado la colaboración del Estado para poder llevar a cabo, a la mayor brevedad, el traslado de menores a la península, ya que los centros de acogida tienen censados a más de 500 menores cuando deberían tener una cifra máxima de 132 acogidos.

Por esta circunstancia, fuentes del Gobierno autonómico han afirmado que han tenido que habilitar espacios en los recursos extraordinarios que tiene repartidos por distintas zonas de la ciudad -principalmente en naves industriales del Tarajal- para dar cabida a la entrada de estos menores.