Sobre la controversia del hidrónimo Guadarranque y su identificación con el Wadi-lakko (río del Lago) de las fuentes árabes (I)
INSTITUTO DE ESTUDIOS CAMPOGIBRALTAREÑOS
Este artículo aborda la identificación del río Guadarranque con el señalado en las fuentes como escenario de la batalla entre visigodos y árabes
Hay al menos otros dos hidrónimos en la península Ibérica con el mismo nombre, y dos en el norte de África
De las pretensiones a la realidad en el asedio a Gibraltar de 1727 (I)
De las pretensiones a la realidad en el asedio a Gibraltar de 1727 (II)
De las pretensiones a la realidad en el asedio a Gibraltar de 1727 (III)
De las pretensiones a la realidad en el asedio a Gibraltar de 1727 (y IV)
Ya entre las fuentes más antiguas, como es el caso del Ajbar Maymua, aparece referido el lugar del enfrentamiento entre arabo-bereberes y visigodos en julio de 711, simplemente como "el lago". En concreto señala: "Encontráronse Rodrigo y Tarik, que había permanecido en Algeciras, en un lugar llamado el Lago, y pelearon encarnizadamente […]".
Debemos señalar que el término árabe para designar "lago" es al-buhayra y que también es usado para "albufera", "marisma"…, pero además tiene otra acepción: la de "mar pequeño", "masa de agua estancada" e incluso el de "bahía", lo cual resulta bastante significativo. Por lo tanto, hay que tener presente que al-buhaira o al-buhayra es una forma diminutiva del étimo bahr, mar, y así cabe la posibilidad de identificar el lago de las fuentes con la bahía de Algeciras, en conclusión, un "pequeño mar o mar menor"; por consiguiente. el río del lago -Wadi al-buhaira o Wadi lakko- citado en los textos se ajustaría con certeza al Guadarranque, su principal río, y el término "lago" con dicha bahía. Es decir, aparece el término al-buhaira para señalar la batalla o el encuentro del "río del lago".
Además, la voz lacco era usada en romance para referirse a "lago". Sostenemos que cuando en las fuentes aparece Wadi Lakko, lo hace de forma apelativa o genérica, o en forma de perífrasis, indicando solo y simplemente "río del lago", bien como río que alimenta al lago, bien como río que desemboca en el lago, o, claramente, y para nosotros más correcto, principal río del lago. Y es posible que hubiese varios hidrónimos con el mismo nombre.
Existen otros dos fragmentos que parecen confirmar la ubicación de la batalla en el Guadarranque, o en un lugar muy próximo. Uno procede del mismo Ajbar Maymua, y es el siguiente: "Apenas llegó esto [envío de un gran ejército visigodo] a noticia de Tarik, escribió a Musa pidiéndole más tropas y dándole parte de que se había hecho dueño de Algeciras y del lago" porque, de nuevo insistimos, aquí "lago" cobraría un mayor sentido si se interpreta como "bahía", concretamente como la zona que la bordea, el arco de la bahía.
El otro fragmento que a nuestro entender también sitúa la batalla en las inmediaciones de la bahía es de Ibn Idari al Marrakusi, que dice: "[…], y cuando entraron los árabes y berberíes con Tariq y le salieron al encuentro los cristianos en Algeciras [al-Yazirat al-Jadrá], se entregaron y huyeron […] peleando valerosamente Rudheriq hasta que fue muerto [en un río]. Fue la entrada de Tariq el año […] del gualiato de Rudheriq, a quien dio muerte en Cartagena [Qartayyanat al-Yazirat]".
Algunas notas en referencia al hidrónimo Guadarranque
Durante años se ha hecho derivar el término Guadarranque de Wadi ar-Ramk, río de las yeguas o de la yeguada. Esta denominación, aunque cierta y comprobada, es posterior a la citada batalla de julio de 711. También ha aparecido con la forma Wad al-Rinq, a la que, en varias ocasiones, el profesor Vallvé otorgó un origen relacionado con este enfrentamiento, pues decía que bien podría derivar, omitiendo el artículo, de un hipotético Wadi-Rinq, en clara alusión al rey Rodrigo. Sin embargo, pensamos que su etimología es mucho más compleja.
En primer lugar, es necesario advertir de la existencia de al menos otros dos hidrónimos en la península Ibérica con el mismo nombre -incluso de un tercero que aparece con la forma Guadarranquejo-, uno afluente del Gévora -que transcurre por Badajoz- y otro del Guadiana -que transcurre por Toledo, Cáceres y Badajoz-, y de dos en el norte de África -uno en Marruecos, el Oued ar-Rmel, y otro en Túnez, el Wadi ar Raml o Wadi ar Rmel-, si se considera que Guadarranque derivase del término árabe Wadi ar-rmel, "río de la arena".
Este término es muy sugestivo si se tiene en cuenta que el principal problema que tuvo Carteia para mantener su actividad portuaria fue, con casi total seguridad, la colmatación de su río, circunstancia ésta siempre presente, en mayor o menor grado, a lo largo de su historia. Así, ya en época romana, conforme se fueron empleando naves de mayor calado, pasó a ser una grave e insalvable dificultad para la navegación, ya manifiesta en la segunda mitad del siglo IV, que impedía el acceso de estas naves al puerto.
Presedo señala en relación a esto "[En] el año 365 ocurrió el famoso terremoto, que asoló las costas del N. de África, y al que se han atribuido destrucciones en Baelo y por extensión en Carteia y otras localidades vecinas". Esto provocó, relativamente en poco tiempo, su decadencia como ciudad en el siglo V. Por lo tanto, es lógico que se le pudiese conocer como río de la arena. "Avieno, a mediados del siglo IV, afirmará que tanto Gades como la costa mediterránea habían sido muy prósperas en el pasado, pero que ahora sus ciudades eran inundadas por los arenales", situación de la que Carteia acaso que no escaparía.
El cegado del cauce impedía el paso de este tipo de embarcaciones a través del río al puerto, que estaba situado en una pequeña ensenada dentro de la propia bahía de Algeciras. Es decir, se trataba de un pequeño lago, siguiendo la terminología latina de lacus, comunicado con el mar a través del Guadarranque, con esteros y canales laterales, e incluso donde vertía sus aguas un arroyo -el Madre Vieja-, todos perfectamente navegables . En la misma desembocadura del Guadarranque todavía es visible una barrera de arena que varía según la estación y los ritmos mareales, y que recuerda lo descrito antes, pareciendo confirmarlo.
Un posible origen romano
Ahora bien, consideramos muy interesante para esta cuestión lo expuesto por Parodi en cuanto a la regulación del uso de los ríos en la legislación romana, cuando señala que:
[…] el código legal romano, el Digesto, es claro: prohibiría todo tipo de obras que entorpezcan la navegación (LXIII.12.2.2), especifica con claridad que la consideración de "río público" afecta a todo aquel curso de agua de carácter perenne (XLIII.12.1.3), especifica igualmente la definición "ribera", que corresponde a la que abarca el río cuando va crecido (XLIII.12.3), proporciona igualmente una definición de "portus" afirmando (Dig. L.16.59) que es aquel lugar cerrado a donde se importan mercancías y desde el cual se exportan -portus apellatus est conclusus locus quo importantur merces et inde exportantur-, al tiempo que establece la obligación de los propietarios de las fincas de señalar (de cara al control fiscal de la misma) la existencia de lacus quoque piscatorios et portus in censum -de puertos e instalaciones comerciales, así como de pesquerías-.
Esto último es sumamente importante destacarlo: el dueño debía declarar para el censo también los lagos de pesca y puertos. Pero, ¿Qué se entendía por "lagos de pesca" o, más exactamente, en qué consistían?
Sabemos que desde la más remota antigüedad la zona de Carteia era muy rica en pesquerías -a las que hace referencia Estrabón-, e incluso que existía un sistema de esteros y canales conectados con el Guadarranque, en los que los peces entraban favorecidos por las mareas, propiciando así su captura. De hecho, estos caladeros, o piscifactorías naturales y rudimentarias, estuvieron en explotación, aunque ya con muchísima menor actividad, hasta prácticamente mediados del siglo XX. Junto a esta existían importantes salinas entre el Palmones y el Guadarranque, que también continuaron en explotación hasta fechas bastante recientes.
Es muy probable, así nos lo parecen confirmar algunos topónimos que han perdurado hasta la actualidad, la existencia de canales artificiales conectados que constituían un entramado natural perfectamente navegable y que tenían acceso directo, primero a una pequeña ensenada existente frente a la propia Carteia -hoy totalmente desaparecida- y luego, desde aquí, a través del propio río, a la bahía. Existía, por lo tanto, a su vez, una red estuaria y otra fluvial comunicadas, en las que sin duda el Guadarranque, el principal curso de agua, estaba también conectado con el Guadacorte y con el Palmones por una serie de canales y acequias -los denominados al-sawaqi, en las fuentes clásicas-; en estas redes las mareas alcanzarían una gran importancia, pues los caudales quedaban afectados por su acción. Además, aparecían afloramientos de aguas salobres por toda la zona, en forma de lagunas y charcas, que todavía pueden ser apreciadas en lo que son conocidos como "Los Lagos" de Guadacorte.
Artículo publicado en el número 58 de Almoraima, Revista de Estudios Campogibraltareños (abril de 2023).
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