Especial

Fundación Prolibertas: En busca de una segunda oportunidad

  • La organización, Premio al Valor Social 2019 de la Fundación Cepsa, trabaja para devolver a la sociedad y al mercado de trabajo a personas en exclusión.

La Fundación Prolibertas ofrece formación y prácticas en empresas a las personas acogidas.

La Fundación Prolibertas ofrece formación y prácticas en empresas a las personas acogidas.

La vida, a veces, a menudo, regala una segunda oportunidad. Puede que la ponga en la misma mano o en las manos de otros. Puede que a cambio solo requiera suerte o que, por el contrario, exija trabajo y sacrificio. Hace ocho siglos, los Trinitarios se dedicaban a rescatar cautivos, a liberarlos. Hoy, su función puede parece menos épica, pero no por eso menos heroica.La casa de acogida Marcos Criado lleva desde 2009 permitiendo que sus usuarios consigan, o al menos lo intenten, vivir de nuevo.

De la mano de la Fundación Prolibertas, la casa Marcos Criado es uno de los ejes de un extenso programa de acogida, promoción e inserción socio laboral para personas en riesgo de exclusión. Gente sin recursos, vulnerables. Más de 120 personas pasaron por allí a lo largo del pasado año y recibieron la formación necesaria para salir con dignidad al mercado laboral. Y es que la casa es mucho más que un centro para acoger a personas que no tienen techo.

Allí lo importante es tratar a cada persona, prestándoles la atención adecuada con un objetivo en mente: conseguir que encuentren un trabajo y puedan valerse por sí mismos. El programa, de hecho, es de inserción socio-laboral. Personas que salen de la prisión (los Trinitarios son capellanes del centro penitenciario de Algeciras) y no saben ni tienen a dónde ir, inmigrantes o cualquier ciudadano en situación de exclusión pueden tener su casa y su camino a un futuro mejor en el centro, que ha recibido el Premio al Valor Social de la Fundación Cepsa.

Una vez allí, los usuarios reciben un acompañamiento y un seguimiento personalizados. Se le ayuda en sus necesidades básicas y a integrarse de nuevo en la sociedad mediante una formación especialmente pensada para acceder a un puesto de trabajo. Para ello, la Fundación cuenta con la ayuda de las empresas de la localidad y la comarca, con las que contactan directamente para conocer sus necesidades y, a partir de ese conocimiento, formar a los usuarios, que también realizan prácticas directamente en las propias empresas.

“Lo que hace ocho siglos hacía la orden, rescatar personas, en nuestros tiempos consiste en devolverles la dignidad dándoles una nueva oportunidad”, asegura Sergio García, delegado de la Fundación Prolibertas en Algeciras.

La casa es una de las patas de un trabajo más amplio. La fundación desarrolla otros dos programas de inserción socio laboral por los que en 2019 pasaron alrededor de 600 personas. Casi la mitad consiguió un empleo. “Hacemos cursos, sesiones de orientación laboral, prácticas… la idea es que los empresarios de la zona nos dicen qué necesitan y a partir de ahí les buscamos y preparamos a los trabajadores ideales en nuestro centro para que les den esa oportunidad que tanto necesitan”, explica García, quien se muestra “muy agradecido” a todas las empresas con las que trabajan y a aquellas que colaboran con ellos, entre ellas la Fundación Cepsa, que les ha concedido un Premio al Valor Social por el que se sienten “doblemente felices”, primero “por lo que supone de reconocimiento a nuestro trabajo” y, segundo, porque “gracias al premio podemos continuar con esta labor, que es costosa y depende de la solidaridad de los demás”.

La Orden lleva nada menos que 50 años en el Campo de Gibraltar, aunque Prolibertas fue creada en el año 2001. Su objeto principal es “la lucha contra la marginación y exclusión social, atendiendo y ayudando a todo tipo de personas que, sin distinción o discriminación alguna, dentro o fuera del territorio nacional, padezcan algún tipo de necesidad, careciendo de medios propios para su solución”, como dicen sus estatutos. Prolibertas surge como una iniciativa de los Trinitarios para dar respuestas concretas, organizadas y actuales a hombres y mujeres que lo necesitan a través de los diferentes programas con los que se busca el desarrollo de toda la potencialidad de las personas que, por sus circunstancias, han llegado a tener una situación de exclusión social.

La Casa de Acogida Marcos Criado atendió en 2019 a 131 personas, dio más de 22.000 comidas y superó las 7.500 pernoctas. Son las cifras dfundacie un centro en el que lo de menos son las cifras y lo de más, los resultados: las personas que han podido recuperar su vida.