Acostumbrados a ver mi nombre ligado a mis Historias de Algeciras, permítanme que hoy me asome a las páginas de Europa Sur -mí periódico- para sumarme a la efemérides de los treinta años que en este 2021 cumple el Instituto de Estudios Campogibraltareños (IECG). Hace unos meses, mi buen amigo y director de la comarcal institución, Eduardo Briones, tuvo a bien acordarse de mi persona para unirme a tal celebración como parte integrante que soy del homenajeado liceo. Sobra decir que me honró sobradamente con su petición y, como es lógico, nobleza obliga.

Integrado originalmente en la 2ª Sección -hoy en la 7ª, más acorde a mi formación académica-, comienzo asistiendo a reuniones celebradas en tan incomparable marco como es el palacete de Villa Smith. Allí, rodeado de las buenas y sabias gentes de la cultura comarcal, hablando de ídem y proyectando futuras jornadas, pasábamos tardes con cierta periodicidad y envueltos en decimonónica atmósfera inglesada. Después vinieron distintas participaciones en jornadas como las desarrolladas en La Línea de la Concepción, San Roque, Jimena de la Frontera o Algeciras.

Pero esta celebración de las tres décadas del nacimiento de tan reconocida institución no ha de quedar, entiendo, solo en sus innumerables logros; sino que ha de ir acompañada de una reflexión para el futuro; pues si en su seno treintañero, ha dado cobijo a toda una generación de intelectuales campogibraltareños, bien podemos hablar que el IECG ha sido -y es- un gran generador de la gran parte de la actividad de una época dorada para la cultura de la zona. Tal generación creadora, luego, es sensible testigo con la actual impronta social del virulento Covid, odioso bicho que si bien surgió en 2019, sufrimos directamente sus efectos en el 20. Y del mismo modo que aconteció en décadas pasadas tras una fuerte tragedia nacional -hoy internacional- vendrá un tiempo posconfinamiento, de regeneración social en la que esta generación del 20, desde los diferentes territorios de la creación, tendrá mucho que decir y desarrollar; como muy bien ha dicho y desarrollado durante el obligado encierro.

En los últimos 30 años, y gracias al tutelaje y paraguas institucional que nos ha ofrecido la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, el IECG ha profundizado y avanzado tanto en el conocimiento del pasado o en el enriquecimiento literario, entre otras ramas, como jamás se había logrado. Y salvando diferencias y distancias, entiendo, que, aplicando criterios pretéritos análogos para el señalamiento generacional, la impronta Covid en nuestras vidas, marcará el punto de inflexión entre la tragedia vivida y su regeneracionismo, del que la actual generación, sin duda alguna, será notaria. Por consiguiente tal colectivo cultural, contemporáneo y coetáneo, es muy probable -entiendo- sea reconocido en un futuro como la generación del 20. Dicho todo lo cual, solo me resta decir ¡¡Feliz cumpleaños IECG y que cumplas muchos más en esta nueva realidad!!