Coronavirus

El comercio de la comarca, ventas entre la prudencia y la incertidumbre por el futuro

Personal de un supermercado en Algeciras atiende a los clientes con monos de celulosa, mascarillas y guantes.

Personal de un supermercado en Algeciras atiende a los clientes con monos de celulosa, mascarillas y guantes. / Erasmo Fenoy (Campo de Gibraltar)

En la rotonda de acceso a la barriada de La Ermita, en Algeciras, abre sus puertas una pequeña tienda de ultramarinos. Desde el sábado 14, cuando el Gobierno decretó el estado de alarma para hacer frente a la expansión del coronavirus, el goteo de clientes permanece constante. Pero algo ha cambiado: ahora esperan fuera a que salga el comprador para entrar y guardan una prudente distancia entre sí. 

Frente a este comercio abierto, al otro lado de la glorieta, una cafetería se mantiene cerrada como consecuencia de las medidas de restricción por el decreto de alarma. No hay desayunos al sol ni posibilidad de tomarse una tapa con caña. Y nadie sabe aún hasta cuándo será así.

El ejemplo supone la cara y la cruz del sector comercial y de la hostelería a lo largo de todo el Campo de Gibraltar, que este lunes ha comenzado la semana entre un visible aumento de las medidas de protección y la incertidumbre por el futuro; no tanto de los que permanecen abiertos, sino de los negocios que se han visto forzados a echar el cierre durante, al menos, dos semanas. 

"Han abierto los negocios que permite la ley, aunque hay clínicas dentales y ópticas que han optado por mantenerse cerradas. El resto, desde alimentación, farmacias y asesorías o seguros, atienden al público", explica Paca Ríos, presidenta de Apymeal, la asociación de la pequeña y mediana empresa de Algeciras. 

El comercio de proximidad, en su inmensa mayoría pymes y autónomos, encara estos días entre la resignación y el temor por la viabilidad de los negocios. "Si la situación para los empresarios ya era delicada antes, ahora todo se ha agravado", apunta Ríos, que pone como ejemplo de negocios hundidos por la situación las agencias de viajes o los comercios de ropa y calzado, que no se consideran servicios esenciales. 

Paca Ríos (Apymeal): "Si se prolonga en el tiempo, pueden empezar a plantearse reducciones de empleo los comercios"

Apymeal, al igual que la práctica totalidad de las asociaciones empresariales, reclama que se pongan en marcha medidas de apoyo para los autónomos que ayuden a sobrellevar la pérdida de clientes. "Prácticamente todos somos autónomos. Es un tema peliagudo porque pueden empezar a plantearse reducciones de empleo en los comercios. Si la situación era delicada, ahora más", demanda Ríos. 

Mientras avanza la mañana, en las principales localidades del Campo de Gibraltar hay cierto trasiego de personas que buscan hacer algunas compras.

En La Línea, las farmacias son parada obligada para muchos clientes, donde posiblemente más se noten las medidas de separación entre los clientes y quienes atienden detrás del mostrador. En la farmacia de la Plaza de la Constitución, por ejemplo, se han tendido líneas con cintas para marcar una separación. En otras, atienden con mascarillas y guantes. En varias boticas la queja es recurrente: han tenido que comprar las mascarillas por internet o a comercios chinos. No hay existencias para depachar a los clientes. 

La apertura regulada de los comercios no se ha saldado con grandes incidencias. Durante el fin de semana, una pollería de la ciudad linense fue sancionada por la Guardia Civil porque estaba incumpliendo uno de los preceptos del decreto: los clientes permanecían en el local esperando turno cuando este tipo de comercios solo tiene autorizado el servicio a domicilio.

Al igual que en los supermercados, también hay quien ha afrontado el arranque de la cuarentena bien surtido de tabaco. El estanco de la Plaza Alta de Algeciras, uno de los más antiguos de la ciudad, asegura haber hecho una caja de alrededor de 1.000 euros el pasado sábado, cuando normalmente despachan unos 400 euros. Y a las 11:00 de este lunes ya iban unos 200 euros en cigarrillos. 

Supermercados

A lo largo de la mañana de este lunes, frente al escenario de compras masivas vivido durante la semana pasada, la afluencia tiende a normalizarse. En la mayoría de los supermercados y tiendas de alimentación el personal atiende con guantes y, en algunas cadenas, con mascarillas

A las puertas de los negocios se han habilitado puntos para coger guantes y la plantilla recuerda a los clientes, especialmente a los olvidadizos, la necesidad de que los lleven puestos durante sus compras

Prácticamente todas las grandes cadenas de supermercados han anunciado planes para garantizar la separación entre clientes. En uno de los supermercados tipo Exprés del centro de Algeciras, los cajeros atienden con mascarillas y enfundados en monos de celulosa.

Cadenas como Mercadona o Dia aplican medidas como una reducción horaria, para permitir la reposición de los productos, e insisten en que el abastecimiento está plenamente garantizado. En cualquier caso, las autoridades recuerdan que salir a la compra debe ser por motivo de estricta necesidad y durante el tiempo indispensable

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