España está en estado de alarma. ¿Qué significa esto? Según las medidas decretadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, quedan prohibidos los movimientos de los ciudadanos, salir de casa y la actividad comercial salvo excepciones.
¿Cuáles son estas excepciones? Uno puede acudir a ciertos comercios y establecimientos pero de manera individual, salvo que se tenga movilidad reducida. Además, sólo se puede permanecer en estos espacios el tiempo "estrictamente necesario", evitando aglomeraciones y manteniendo la distancia de seguridad de un metro al menos.
¿Qué locales pueden permanecer abiertos?
Establecimientos de alimentos, bebidas, productos y bienes de primera necesidad y farmacias son algunos de los comercios que pueden permanecen abiertos durante el estado de alarma, además de locales de suministros médicos, ópticas, comercios de productos ortopédicos e higiénicos, prensa, combustible, estancos, bancos, comercios de productos tecnológicos y de telecomunicaciones, tiendas de alimentos para animales de compañía, tintorerías, peluquerías, droguerías y comercio por internet, telefónico o por correspondencia.
Una de las cuestiones que más ha llamado la atención es que a pesar del cierre de miles de bares y restaurantes, las peluquerías y tintorerías seguirán abiertas. Esto se debe a una cuestión de higiene. En el caso de las peluquerías son muchas las personas con movilidad reducida que van a este tipo de establecimientos a lavarse la cabeza.
En el caso de las tintorerías, están son fundamentales para el buen funcionamiento de los hospitales, ya que aquí se lavan sábanas, toallas y otros tejidos utilizados en los centros sanitarios.
Lavar y cortar el pelo a un metro de distancia
Las peluquerías llevaban una semana con menos del 50% de su clientela y la mayoría decidió este viernes cerrar durante quince días para seguir en casa las recomendaciones oficiales. El anuncio de que pueden abrir les ha sorprendido y lo tienen claro: "lavar y cortar a un metro de distancia es misión imposible".
"En los foros de peluquería la gente está asustadísima", señala Miriam, una peluquera a EFE, que recuerda que las personas mayores son personas de alto riesgo que no deben de salir y, en cambio, parece que les animan a ir a la peluquería.
"La cabeza no es la parte más importante para la higiene de una persona mayor o de movilidad reducida", a quien "lo lógico" es que la persona que le ayuda le lave o le duche, comenta Miriam, que dice que no piensa abrir su centro a pesar de ser autónoma y contar con dos empleadas.
"Abrir la puerta ya es un gasto para que te venga solo un cliente", destaca a la vez que recuerda que las peluquerías no tienen protocolos de Sanidad, únicamente los relativos a la construcción del centro para que el suelo sea liso y pueda limpiarse bien o haya un lavabo para limpieza además de los de para las cabezas.
Reconoce que guardar el metro de distancia prudencial es "inviable" y tampoco cuentan con geles ni mascarillas adecuadas.
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