Bruselas reclama al Gobierno que dé prioridad a la Algeciras-Bobadilla
Carta de la Comisión Europea
Los coordinadores europeos de los corredores Atlántico y Mediterráneo piden una planificación de las obras pendientes
Muestran su preocupación por la seguridad de los usuarios y los trabajadores, así como por la situación "difícil" que crea el estado de la línea al Puerto de Algeciras
Algeciras-Bobadilla: el tren topa con la tramitación ambiental
La Comisión Europea quiere que se dé un impulso real a la obra de la línea Algeciras-Bobadilla como tramo inicial de dos corredores transeuropeos de transporte, el Atlántico y el Mediterráneo. Para ello ha remitido una carta en la que reclama al Gobierno que "dé prioridad" a las obras pendientes de renovación de la línea, además de reclamar que se le entregue en estos inicios de año una planificación de las mismas.
Así lo reclaman los coordinadores europeos de ambos corredores, Carlo Secchi y Iveta Radičová, en una carta remitida al secretario de estado de Transportes de España, Pedro Saura, a la que ha tenido acceso Europa Sur. En la misiva recuerdan que pese a su importancia en el mallado ferroviario europeo, la línea sigue siendo de vía única sin electrificar, con limitaciones de velocidad por las pendientes, sin tráfico nocturno, con una longitud limitada para los trenes y "expuesta a inundaciones y vulnerable ante ellas".
Los coordinadores muestran además su preocupación por los últimos incidentes ocurridos en la Algeciras-Bobadilla, el último en noviembre de 2020 con cuatro heridos. "Esperamos no tener que lamentar lesiones o muertes en el futuro", apuntan. También remarcan que el estado actual "crea una situación muy difícil para el Puerto de Algeciras".
Aunque la línea estaba planificada como alta velocidad en el horizonte 2030, "entendemos que no será así", admiten los coordinadores. Pero exigen que se agilicen las mejoras pendientes que supondrán la electrificación y ampliación de capacidad hasta trenes de 740 metros. Y piden que se realicen también obras para corregir las pronunciadas pendientes y evitar los daños por inundaciones. Asimismo reclaman que la línea se incorpore al Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario, peticiones todas ellas, señalan, apoyadas por la Junta de Andalucía y el Puerto.
Esta carta llega tras una serie de reuniones mantenidas por los comisarios con distintas partes interesadas el pasado año. Una de ellas fue con la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras, como también mantuvieron un encuentro los miembros de la asociación @ndaluciabay20.30.
Una necesidad para el Puerto
Los coordinadores de los corredores remarcan especialmente el perjuicio que supone para el Puerto de Algeciras, el cuarto de Europa en toneladas movidas, la falta de desarrollo de esta línea. Esa importancia va incluso más allá del tramo gaditano-malagueño del Corredor; los coordinadores destacan que el enlace ferroviario "debe considerarse en el contexto más amplio de un tramo crucial entre el Puerto y Madrid", perteneciente a ambos corredores.
El mensaje llega en un momento en el que se ha reabierto el debate en torno al Corredor Mediterráneo ante la propuesta del denominado corredor del Quijote, una conexión Algeciras-Córdoba-Albacete-Valencia-Barcelona lanzada en los últimos días (y difundida por el coordinador del Corredor Mediterráneo del Gobierno de España, Josep Vicent Boira) como alternativa a la conexión por Madrid, pese a no estar en la planificación europea. La apuesta principal del Puerto de Algeciras es en cambio el paso por la capital española, para salir a través de Zaragoza en dirección al resto del continente europeo.
La carta también resalta que la línea "es absolutamente fundamental para el desarrollo de una solución de transporte ecológico entre las líneas marítimas de corta distancia que operan en la cuenca del Mediterráneo Occidental y las de larga distancia con parada en Algeciras".
176,2 kilómetros para renovar
La línea de ancho convencional Bobadilla-Algeciras, de 176,2 km, forma parte de los corredores Atlántico y Mediterráneo definidos en la Red Transeuropea de Transporte. Las actuaciones en marcha, con unas inversiones previstas a corto plazo por valor aproximado de 350 millones de euros, tienen por objeto la mejora y renovación integral de la plataforma y superestructura existentes, que datan del siglo XIX.
El proyecto de la Algeciras-Bobadilla comenzó como una línea de alta velocidad, pero ha ido rebajando sus prestaciones (y el presupuesto) hasta convertirse en un tercer hilo por el trazado actual. El plan de inversiones actual pretende mejorar la capacidad y fiabilidad de la infraestructura, que podría llegar a duplicar las circulaciones actuales; reducir los tiempos de viaje, y facilitar una mayor captación de tráfico ferroviario del Puerto de la Bahía de Algeciras, con el consiguiente traspaso modal y una reducción de la congestión de las carreteras.
El último obstáculo que se ha encontrado el proyecto es burocrático: el Ministerio para la Transición Ecológica ha determinado que tanto la electrificación del tramo Ronda-Bobadilla como una de las subestaciones necesarias tendrán que realizar un trámite ambiental completo, en lugar del simplificado.
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