Real Balompédica Linense - Orihuela CF | La crónica
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Real Balompédica Linense
La temporada 2019-20 –o como poco el primer tramo de la misma– será recordada como una de las más accidentadas de la historia reciente de la Real Balompédica Linense en el apartado de lesiones. Solo una vez el técnico, Jordi Roger, contó con los 21 hombres de su primera plantilla. En las últimas convocatorias, hasta tres jugadores del filial han llegado a coincidir en el banquillo. Después de dos meses de competición y con algún cambio de dibujo que el técnico utilizó como antídoto ante tanta deserción, los linenses están quintos –solo por detrás de cuatro de los transatlánticos de toda la división– en un grupo IV de Segunda B al que todos los expertos identifican como el más fuerte de la categoría de bronce.
Sábado día 5 del presente mes de octubre. El reloj apenas marca las 10:30 de la mañana. Jordi Roger comprueba con satisfacción que, una vez finalizada la última sesión previa al duelo con el Marbella, por fin cuenta con los 21 jugadores que componen su primera plantilla para un partido. Hasta bromea sobre la situación, inédita en la presente campaña, de tener que realizar tres descartes.
Esa situación, condicionada ya el domingo a primera hora por una sobrecarga de Tito Malagón, se prolongó exactamente 40 minutos de fútbol. Los que tardó Igor Martínez en sufrir la primera de las dos lesiones que le han apartado de los terrenos de juego.
La temporada más accidentada de la historia reciente de la Balona no deja, de momento, secuelas en la clasificación. Aunque también cabe preguntarse en qué puesto estaría clasificado este equipo si no se hubiese visto afectado por lo que en algún momento (el actual sin ir más lejos) se ha constituido en una auténtica lacra. No hay que olvidar que los albinegros, con cinco lesionados de media-larga duración, solo cuentan con 16 jugadores del primer equipo.
El 19 de julio la Balona rompió a sudar. Desde que los jugadores accedieron al terreno de juego del Municipal para la primera foto oficial, ya tenía bajas. Literalmente. No estaban ni el sierraleonés Koroma ni el congoleño Kaya, que se incorporarían con la competición ya iniciada como consecuencia del complicado proceso de obtención de sus respectivos visados.
Apenas después de un par de amistosos se fueron también al dique seco Javi Forján y Pito Camacho, que tampoco estuvieron en disposición de jugar hasta que la liga ya estaba en marcha.
Por si fuera poco después de deslumbrar en sus primeras apariciones, el mediapunta Luis Alcalde empezó a sentir las molestias de una lesión que arrastraba del curso pasado. Los médicos le autorizaron a una fallida reentré. Pero se le notaba incómodo. Terminó claudicando.
En aquel duelo con el Marbella de comienzos de mes empezaron a desaparecer de la lista del técnico catalán jugadores uno tras otro. Igor Martínez con una rotura en un metacarpo, Moussa con una fractura de clavícula tras un encontronazo en un entrenamiento, Tito Malagón que ya venía renqueando acaba por verse obligado a parar, el mencionado Luis Alcalde que se encamina al quirófano y el último Koroma, que tuvo que abandonar un entrenamiento en San Roque la pasada semana. A falta de la confirmación oficial, todo indica que estará al menos un mes sin poder competir. Y que se quede ahí.
No solo son cinco ausencias, sino que, como sucedió en su momento con Pito Camacho y Forján, coinciden jugadores llamados a desenvolverse prácticamente en la misma demarcación.
Pues igual que no pasó al comienzo de la presente andadura, a la que hizo frente sin más delantero que el reivindicado Dopi, las ausencias tampoco han podido con la escuadra de La Línea y eso que algunos de sus rivales no eran precisamente de la parte baja.
En aquel duelo con el Marbella (el único equipo invicto de las tres primeras categorías en España) firmó tablas, idéntico marcador al que consiguió en el Colombino ante un Recre que hasta este domingo acumulaba casi un año sin perder en su estadio.
En este tramo su partido menos brillante fue el que le llevó a empatar en el Municipal con el Recreativo de Granada, un equipo en zona de descenso que logró ese día su primer punto en ruta. Este sábado, no sin más sufrimientos de los necesarios después de llegar al descanso 0-3, venció en Villarrubia de los Ojos.
Ninguna derrota en cuatro partidos en los que las convocatorias incluso tuvieron que ser completadas con chavales del filial. Seis puntos que le convierten en el octavo mejor equipo del grupo en ese periodo, a solo dos del Marbella, cuarto en esas cuatro jornadas. Y mientras tanto dos eliminatorias de la Copa Federación superadas. ¿Qué pasarán cuando estén todos los futbolistas disponibles?
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