El FC Cartagena que el próximo lunes visita el Municipal de La Línea es, sencillamente, un enemigo temible. La exquisita composición de su plantilla ya lo permitía adivinar el pasado verano, pero los números lo corroboran cuando solo queda un partido para que finalice la primera vuelta: es el mejor visitante y el que menos goles ha encajado en ruta en el grupo IV desde que arrancó la competición y, tras un comienzo titubeante, el que más puntos ha sumado en las diez últimas jornadas, nada menos que 25 sobre 30.

La Balompédica arranca 2019 con dos pruebas para nota. En apenas siete días pasarán por el vetusto estadio linense el Cartagena (tercer clasificado) y el líder UCAM. El potencial de los departamentales es tal que los de La Línea harán bien en seguir su hoja de ruta, aferrarse al "partido a partido" y no pensar más allá del encuentro del próximo lunes.

El conjunto cartagenero, el último que visitó a la Balona el curso pasado, no solo acabó proclamándose campeón, sino que estaba virtualmente ascendido en el minuto 96 del encuentro de vuelta de la eliminatoria que le enfrentaba al Rayo Majadahonda, pero un autogol de Zábaco tras un córner dio el pasaporte del ascenso a los madrileños.

El equipo no se repuso nunca de semejante varapalo. Eliminó al Celta B, pero no pudo con el Extremadura en un enfrentamiento salpicado además por informaciones de presuntos intentos de soborno a los de Almendralejo.

La directiva entendió que no regresar al fútbol profesional era un fracaso, guillotinó al exalgecirista Alberto Monteagudo y entregó la dirección de su plantilla al exinternacional uruguayo Gustavo Munúa (ex portero de Dépor, Levante, Fiorentina y Málaga) que llegaba procedente del Deportivo Fabril.

La reestructuración de la plantilla fue espectacular. Pero a base de buenos nombres. Tantos que el entrenador de la Real Balompédica, Jordi Roger, se atreve a calificarla como “la mejor del grupo”.

No es precisamente una valoración exagerada. Resulta complicado quedarse con uno o dos nombres. Basta fijarse en su portería. Mario Fernández (que llegó a debutar con el Rayo en Primera) llegó para ser titular, pero una lesión le apartó del once y su plaza fue para Joao Costa, que procede del Porto y del quien dicen que cuenta con el aval del mismísimo Íker Casillas.

A partir de ahí, además de caras conocidas como el capitán Moisés García, el sancionado Miguel Ángel Cordero o Jesús Álvaro existe una interminable lista de futbolistas que provocan la envidia de cualquier entrenador: Moyita (por el que suspiraba la propia Balona y que está cedido por el Mallorca tras una brillante campaña en el Écija), Vitolo (ex de Tenerife, Celta, Panathinaikos...), Julio Gracia (cedido por el Real Betis), Fito Miranda (que ayudó a Roger el curso pasado a alcanzar la liguilla con el Cornellá) o Isaac Aketxe. La lista se haría interminable.

A pesar de todo el Cartagena protagonizó un titubeante comienzo liguero. Hasta el punto de anclarse en puestos de descenso tras la cuarta jornada, con dos derrotas y sendos empates. Desde entonces ha ido despegando, hasta sumar una sola derrota en las diez últimas confrontaciones (en El Ejido por 1-0) lo que le permite ser el mejor del grupo en ese periodo de tiempo.

El Cartagena es, con 25 puntos sobre 30 posibles, el mejor del grupo IV en las diez últimas jornadas

La estadística del Cartagena a domicilio es realmente espectacular. Cinco victorias, tres empates y un solo revés, el mencionado en el Poniente almeriense. Dieciocho puntos que le señalan como el mejor en ruta del grupo IV y también el más seguro con solo cuatro goles en contra.

En toda la Segunda B solo el Mirándes, que suma 20 puntos pero ha jugado un partido más, acredita mejores números fuera de su estadio que un Cartagena que fue capaz de vencer en su visita al Real Murcia (1-2) y en el último desplazamiento de 2018 venció en Marbella (0-2).