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La playa de Getares hace 45 años: sin viviendas pero con tiendas de campaña de muselina

El litoral presenta una imagen totalmente virgen, en contraposición con el estado de urbanización actual

La playa de Getares, en 1980. / Miguel Ángel del Águila

Una imagen tomada por Miguel Ángel del Águila publicada en redes sociales por Victoria Guerrero nos traslada a un momento entrañable de la historia reciente de Algeciras. La playa de Getares, hoy rodeada de viviendas y con infraestructuras consolidadas, era en julio de 1980 un paraje mucho más virgen: sin aparcamientos, sin urbanizaciones, sin más sombra que la que ofrecían unas sencillas tiendas de campaña hechas con telas de rayas.

“Así era la playa de Getares cuando aún no había ni aparcamientos. Los montes de alrededor peladitos, sin casas ni apartamentos”, recuerda Victoria Guerrero Montero, autora del emotivo testimonio compartido recientemente. En aquel entonces, las madres y vecinas confeccionaban las tiendas de campaña con máquinas de coser Alfa o Singer, y compraban las telas en tiendas locales como Millán, Medina o El Metro Chico.

De playa temida a destino familiar

Durante años, Getares arrastró entre los algecireños la fama de ser una playa “peligrosa para el baño”, por sus corrientes y las llamadas “ollas” —zonas en las que se decía que te metías y no podías salir—. Pero para 1980, esa percepción empezaba a disiparse y la playa se llenaba de familias, tiendas y juegos de niños en pleno verano. “Poco a poco, tuvimos dos playas casi empatadas a número de bañistas”, señala Guerrero, haciendo referencia al tradicional “duelo veraniego” entre Getares y El Rinconcillo.

Hoy, tanto Getares como El Rinconcillo son dos de las zonas residenciales más pobladas de Algeciras. Miles de vecinos viven en sus alrededores, y ambos espacios se han transformado en auténticos barrios costeros, con viviendas, comercios y paseos marítimos.

Recuerdos de Getares en los años 70 y 80: casetas de rayas, caminos de tierra y veranos inolvidables

La publicación ha despertado una ola de nostalgia entre quienes vivieron en Getares los veranos de hace más de cuatro décadas. Quienes frecuentaban esta playa en los años 70 y 80 recuerdan una Getares muy distinta a la actual: sin urbanizaciones, sin paseo marítimo, sin apenas servicios… pero con una esencia única.

Uno de los recuerdos más repetidos es el de las casetas de lona, muchas de ellas hechas a mano, con telas rayadas que se compraban en las antiguas tiendas de tejidos de Algeciras. Una vecina recuerda que su caseta tenía rayas azules y estaba hecha con tela de colchón comprada en la tienda del conocido Metro Chico, donde trabajaban personas de toda confianza. Para muchos, alquilar una caseta de madera del Ayuntamiento era ya un signo de cierto confort: “Mis padres alquilaron tres veranos seguidos… eran buenos tiempos”, rememora uno de los participantes.

La llegada a la playa no era nada sencilla. “Recuerdo ir con mi padre por un carril hecho polvo”, dice otro testimonio, en referencia al acceso complicado por caminos de tierra que nada tenían que ver con las carreteras asfaltadas de hoy. Otro vecino apunta que iba a Getares en un coche pequeño, un Mini, junto a su novio, y que por entonces “había muy poca gente… ahora es un hormiguero”.

Algunos se detienen en los detalles humanos de aquellos días: los saludos al pasar por la plaza, las visitas a familiares en las tiendas del centro, o el ambiente cercano de una ciudad mucho más pequeña y conectada. “Todo esto me ha hecho recordar tantas cosas… llevo 43 años fuera de Algeciras”, reflexiona una antigua vecina que hoy vive en Vejer, emocionada por la fotografía compartida.

La publicación ha generado decenas de comentarios con frases como “¡Qué recuerdos!”, “Qué maravilla” o “Qué familia y qué tiempos…”, confirmando que, aunque la playa haya cambiado por completo, el vínculo emocional con Getares sigue vivo en la memoria colectiva de toda una generación.

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