Nueve policías nacionales sitúan a Maza como el líder de una trama de narcotráfico con el Rúa Mar
El entorno y los comportamientos de Pedro Samuel Maza, claves para la Policía Nacional que refuerzan la acusación por narcotráfico contra el armador del pesquero malogrado
El juicio se reanudará el lunes
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La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Cádiz, con sede en Algeciras, acogió este jueves la tercera sesión del juicio sobre el Rúa Mar en la que nueve agentes de la Policía Nacional, citados como testigos, coincidieron en situar al armador del barco, Pedro Samuel Maza, como líder de una trama de narcotráfico que implicaba la dirección del navío hundido en enero de 2020.
Maza ya fue señalado la víspera por otros agentes de "no hacer nada" para salvar a los seis tripulantes del pesquero que murieron en el naufragio del Rúa Mar y en el que, según las autoridades, había un importante alijo de hachís en la bodega que pudo contribuir al rápido hundimiento del palangrero.
Este jueves, los nuevos testigos subrayaron el papel de Maza como supuesto integrante de una red dedicada al narcotráfico de la mano de Jesús Heredia, El Pantoja; este último descrito durante el juicio como quien se encargaba de tratar con los proveedores de la droga en Marruecos y comprarla mientras que Maza se ocupaba de la logística con varios pesqueros, entre ellos el siniestrado. El Pantoja está declarado en rebeldía tras no presentarse el pasado lunes en la Audiencia. Se fugó durante un permiso penitenciario en marzo de 2025 y permanece en busca y captura.
La tercera sesión comenzó sin la presencia del armador, que llegó un poco más tarde por problemas en el traslado desde el centro penitenciario y con una solicitud: no llevar puestas las esposas durante la vista. A continuación, los nueve agentes que comparecieron trataron de destacar qué elementos les hacían ver que el principal acusado era partícipe de una trama de narcotráfico, además de efectuar una recreación de los hechos de la tarde y noche del naufragio.
Embarcaciones con doble fondo
El primero de los agentes habló sobre diversas embarcaciones que gestionaba Maza -o en las que era partícipe de algún modo- y los puertos que frecuentaban. Sostuvo que el Saladillo, el Rúa Mar y el Mar Negro, entre otros, eran "movidos" habitualmente entre Barbate, Tarifa y Algeciras. Añadió que todas o casi todas las embarcaciones pertenecientes a Maza tenían doble fondo.
Los agentes trajeron a colación recurrentemente el caso del pesquero Felipe Maruja, una operación que tuvo lugar el 17 de octubre de 2019 que se saldó con la intervención de 1.180 kilos de hachís y la detención de Maza (ya en junio de 2020), para reforzar sus argumentos hacia un papel central del empresario marítimo en el tráfico de estupefacientes.
Comportamientos sospechosos
El segundo y el tercero de los funcionarios policiales hicieron hincapié en el papel "a pie de muelle" de Pedro Samuel Maza. El armador, acusado de dirigir las operaciones de tráfico de drogas, siempre separaba a la tripulación de los patrones, que eran los únicos con los que se comunicaba. Era el caso de Antonio Javier Maza, al frente de la navegación del Rúa Mar, y con quien Pedro Samuel mantuvo conversaciones sobre los peligros que enfrentaba la embarcación tras la rotura del embrague en la noche del naufragio, según las intervenciones telefónicas que forman parte del procedimiento.
El cuarto testimonio prosiguió abundando en los comportamientos de Pedro Samuel Maza: "Mantenía una actividad diaria normal de pesca pero acudía a ciertas coordenadas marroquíes", afirmó el policía. "Se relacionaba con gente del narco, o bien con proveedores o contactos que facilitaban su actividad ilícita", subrayó. Con estas reuniones se refería a la cercanía con El Pantoja, con quien fue fotografiado en algunas ocasiones. Hablaban, según el testigo policial, de cantidades y porcentajes a repartir. "Se reunían en su furgoneta, en movimiento, tomaban esas medidas de seguridad", detalló.
El policía explicó parte del modus operandi que cree que utilizaba Maza para camuflar su actividad. "Hacía trile": apagaba las balizas de posicionamiento en barcos pesqueros y cambiaba de tripulación de los barcos -como con el Rúa Mar y el Saladillo- o los hacía salir y volver a entrar a los puertos.
A estos procedimientos de Maza y su entorno, varios agentes destacaron la actitud "paranoica" del armador. Los agentes llegaron a detectar que sus vehículos policiales habían sido marcados tras la intervención de una de las viviendas de los acusados.
Implicación en el hundimiento
La pareja de Maza, M. R. T., igualmente salió durante la toma de declaración a los agentes. Los policías señalaron que sería conocedora de todas las actividades ilícitas de Maza a raíz de comentarios y expresiones que constan en las intervenciones telefónicas. Primero, porque en una llamada Maza califica la carga de un pesquero como un "regalito" y "sopresita" para ella, según uno de los miembros de la Policía Nacional. "Lo que malamente empieza, mal acaba", recordaron varios agentes policiales. Esta frase se le atribuye a M.R.T. tras tener conocimiento de las condiciones en la que se hallaba el Rúa Mar poco antes de irse a pique. En este proceso, la Fiscalía pide para M. R. T. 19 años de cárcel por pertenencia a grupo criminal, delitos contra la salud pública y blanqueo de capitales.
Durante su paso por el estrado, los agentes también coincidieron en calificar a Maza como responsable del hundimiento del Rúa Mar y el fallecimiento de su tripulación al completo. Según sus testimonios, Maza "desoyó" aquella noche al patrón del barco, preocupado por "la mala mar" y la incapacidad de gobernar la embarcación tras la rotura del embrague y el peso de la carga. "En esas condiciones se iban a hundir, y si él -por Maza- sabía algo de pesca, también lo sabría", apuntilló el agente. El armador, sin reparar en la petición del patrón y su pareja, no aceptó "ni tirar la mercancía ni pedir ayuda", según otro de los testimonios oídos en la sede judicial.
Lo último que se sabe de la tripulación es que se perdió la señal de balizamiento cerca de donde presumiblemente se realizó la carga de droga. "Aunque al principio pensábamos que era otra artimaña", sostuvo un agente. El resto de declaraciones destacaron las incongruencias en el tren de vida de Maza, que no podían sostenerse solo con la pesca. "Lo que pescaba no daba para mantener a tanta gente como tenía", dijeron.
La defensa de los acusados trató de desmontar los argumentos policiales intentando desvincular a Pedro Samuel Maza del Felipe Maruja. También ocuparon buena parte de sus preguntas en consultar a los agentes si la tripulación del Rúa Mar, que al igual que Maza tenían un teléfono satélite, había pedido auxilio con independencia de que el armador no lo hubiera hecho.
La presidenta del tribunal, Nieves Marina, acordó finalmente suspender la cuarta sesión, que debía celebrarse este viernes, 26 de septiembre, por la retirada de testigos por parte de la defensa. El juicio se retomará el lunes.
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