Manifestación del 8-M

El feminismo muestra su fuerza en Algeciras

  • Multitudinaria manifestación para reivindicar una igualdad real en el Día de la Mujer

Manifestación por el 8-M en Algeciras / RAQUEL MONTENEGRO

Dolores Márquez acude por primera vez a una manifestación feminista. Tiene una pierna dolorida, pero su hija Paqui la ha animado y convencido a participar en la reivindicación de igualdad real que ha llenado hoy las calles del centro de Algeciras. “Una mujer puede hacer todo”, apunta. Ella, una de las más veteranas de la marcha, habla desde su experiencia en el hogar, su hija extiende la idea de libertad fuera de él. Dos generaciones con vivencias distintas, pero avalando un mismo mensaje, el mismo que el de cientos de jóvenes que abarrotan la Plaza Alta con sus carteles: “Ni un paso atrás”.

Ese es el lema que ha abierto esta mañana la multitudinaria marcha del Día de la Mujer en Algeciras. Al frente, las más mayores y con problemas de movilidad, “para que todos vayamos a vuestro ritmo, aquí no se queda nadie atrás”, explica Akri Landín, de Marea Violeta. Incansable, no deja de animar y cantar a la cabecera de una manifestación repleta de cartelería violeta. Alguna inspiradora: “Somos la mitad del mundo, somos la mitad de la imaginación”. Otra guerrillera: “La igualdad os asusta y a nosotras no nos asusta nada”. Y tampoco falta la referencia al partido que ha encendido todas las alarmas feministas: “Nosotras decidimos y Voxotros os calláis”. Entre los espectadores, diversidad de opiniones: del “hemos pasado de un extremo al otro” al “eso es lo que hay que hacer, luchar”.

En ese nosotras caben mujeres, hombres y menores, personas de distintas edades, orígenes, lenguas. Más de 1.500 según la Policía Nacional recorren el centro de Algeciras entre la Plaza Alta y la Plaza Andalucía. Dos mujeres marroquíes portan pancartas en su idioma con lemas contra el maltrato. Fatmeh, de Sierra Leona, reclama cartel en mano “Rights for women”. Desde sus diferentes experiencias piden el empoderamiento de la mujer, la sororidad no conoce fronteras. “Hermana, migrante, juntas y adelante”, corean los manifestantes. “Nuestra identidad es múltiple: somos payas, gitanas, migradas y multiculturales. Somos las que no están: somos las asesinadas, somos las presas de todas las violencias que nos atraviesan”, esgrime el manifiesto de Marea Violeta. Las ausentes están presentes: un círculo de cuerda rodeado de silencio recuerda a las diez mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas este año, la última esta misma mañana.

La masa violeta llega sobre las 13:00 a la Plaza Andalucía al grito de “aquí llega el feminismo”. Saben que han conseguido su objetivo último: visibilizar en Algeciras la fuerza de un movimiento que se expande por todo el país. Alrededor de la plaza se reparten lemas y consignas contra la violencia contra la mujer, la brecha salarial (casi 4.000 euros en Andalucía) o la desigualdad en el reparto de las tareas domésticas: según datos del Instituto Nacional de Estadística, un 77,5% de mujeres trabajadoras realizan todos los días actividades de cocinar y realizar tareas domésticas frente a un 32,9% de hombres trabajadores. También hay hueco para la reivindicación laboral: un reciente estudio del Observatorio Social de la Caixa demuestra que las mujeres de entre 37 y 39 años tienen en promedio un 30% menos de probabilidades de ser convocadas a una entrevista de trabajo que los hombres con sus mismas características.

En la plaza, donde Barrio Vivo ha preparado un espectáculo flamenco, las niñas Enara, Aicha y Amaya subirán al escenario para corear “agresiones machistas, respuesta feminista”. Ellas son el relevo que, a juzgar por los allí concentrados, está garantizado: la marcha está repleta de jóvenes en edad de estar en el instituto, como un nutrido grupo de alumnos del Carlos Cano, que han acudido junto a sus profesoras.

“Este año volvemos a unirnos al grito global lanzado por las mujeres del mundo frente a las reacciones patriarcales por el avance de las mujeres en el logro de nuestros derechos, y frente a una derecha y extrema derecha que nos ha situado a mujeres, mujer trans y migrantes como objetivo prioritario de su ofensiva ultraliberal, racista y patriarcal”, se lee en el manifiesto de Marea Violeta. Desde Victoria Kent se apuesta por caminar “de la mano del feminismo. Caminemos mirándonos a los ojos y sin desprecio”. La primera marcha del día se cierra con éxito, igual que hace un año, para dar paso a las del resto del Campo de Gibraltar.

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