Detenido en la cárcel de Algeciras el padre de un interno al intentar introducir hachís y papeles impregnados con estupefacientes
Los funcionarios de Botafuegos detectan la droga durante una visita
La prisión registra tres muertes por sobredosis en un mes y medio
El fentanilo entra en la cárcel de Algeciras
Funcionarios del centro Penitenciario de Botafuegos, en Algeciras, detectaron este domingo un intento de introducción de drogas durante una visita que terminó con la detención del hombre que las transportaba, padre de un interno, a quien se le intervinieron varios paquetes de hachís y papeles impregnados con sustancias tóxicas.
Según fuentes penitenciarias, fueron los propios funcionarios de prisiones quienes, durante las labores de control rutinario, advirtieron irregularidades en los objetos que el visitante intentaba introducir. De inmediato dieron aviso a la Policía Nacional, que acudió al recinto y practicó la detención en el mismo momento.
El hallazgo cobra especial relevancia en un contexto de preocupación dentro de la prisión. En el último mes y medio se han registrado tres fallecimientos de internos, presuntamente relacionados con el consumo de drogas o sustancias nocivas, lo que ha intensificado la vigilancia para frenar la entrada de estupefacientes al centro. La última muerte se produjo el pasado 11 de septiembre. Unos minutos antes del recuento de la mañana, los funcionarios de servicio fueron alertados por el preso que compartía celda con el fallecido, que advirtió de que este no se movía, por lo que se presentaron en el lugar de los hechos e informaron al jefe de servicio y sanitarios de guardia. No pudieron hacer nada por él. Su compañero de celda reconoció haber consumido tóxicos esa misma noche, relató entonces el sindicato Acaip.
A mediados de agosto se habían producido otras dos muertes. La organización sindical advirtió entonces de la aparición de un nuevo tipo de droga en los centros penitenciarios: papeles impregnados con compuestos como fentanilo o productos químicos de uso industrial, que posteriormente se mezclan con tabaco y se fuman. Estas sustancias, señala, están entrando en las cárceles a través de paquetería, comunicaciones e incluso correspondencia ordinaria, lo que dificulta su detección por parte del personal penitenciario. El primero de los reclusos fallecidos, identificado con las iniciales C.S.D. y con una amplia trayectoria penitenciaria, fue trasladado a la enfermería tras presentar síntomas graves. Allí sufrió un colapso repentino del que no pudo ser reanimado. Ese mismo día, otros tres internos del mismo módulo tuvieron que ser atendidos por síntomas similares.
El segundo caso se produjo días después, durante el recuento matinal. Un funcionario encontró sin vida a un preso de 32 años, interno en Botafuegos desde hacía cuatro meses. Su compañero de celda declaró que ambos habían consumido cigarrillos mezclados con estas sustancias tóxicas, además de fármacos no prescritos.
“Los funcionarios seguimos trabajando con todos los medios a nuestro alcance para impedir que la droga acceda a los internos”, señalaron este domingo fuentes del sindicato exclusivo de prisiones Tu Abandono Me Puede Matar, que recalcan la importancia de reforzar tanto los controles como los recursos disponibles para la plantilla.
El detenido ha sido trasladado a dependencias policiales, donde permanece a la espera de pasar a disposición judicial.
Temas relacionados
No hay comentarios