El carismático reportero gráfico algecireño Manolo Martín López falleció ayer a los 78 años, como consecuencia de una larga enfermedad. La pérdida se dejó sentir entre los profesionales de los medios de comunicación, especialmente los vinculados a Europa Sur y a sus 27 años de periodismo activo que realizó en ésta, su casa. Su cuerpo sin vida fue velado durante el día de ayer en el tanatorio de la Cuesta del Rayo. Hoy a las 11:00 horas tendrá lugar una misa en la iglesia de la Palma de Algeciras por su recuerdo. Los familiares y allegados se desplazarán minutos después al cementerio antiguo, donde descansarán sus restos mortales. Martín deja una viuda y tres hijos, dos mujeres y un hombre, además de varios nietos.

Sus inicios con el Grupo Joly se remontan al Diario de Cádiz, cuando aún no existía Europa Sur y el grupo de comunicación andaluz tenía una delegación en el Campo de Gibraltar. Con la creación de este diario en 1989 se convirtió en el primer jefe de Fotografía. Antes de formar parte de esta empresa tenía un pequeño estudio dedicado a la imagen fija, lo cual dejó al convertirse en reportero gráfico, entregándose así a su oficio y pasión.

Manuel Martín fue sin ningún ápice de duda uno de los grandes artífices de la memoria gráfica de Algeciras -y por extensión de toda la comarca- de la segunda mitad del siglo XX. Sus compañeros lo recuerdan como un hombre apasionado, un sabio de la fotografía que se convirtió en el maestro de muchos otros que con gran ilusión cruzaron las puertas de este diario para retratar la actualidad del Campo de Gibraltar.

Curiosamente le dio tiempo a conocer todos los procesos de modernización de la fotografía. Empezó revelando negativos en cuartos oscuros y apartados dentro de la redacción para ver luego como desaparecía ante sus ojos el analógico. Alcanzó en activo el mundo digital, su rostro de asombro delataba su pasión cuando llegó a esta redacción la primera cámara en ese formato.

En junio de 2001 se jubiló, pero eso no supuso su desvinculación ni del periodismo ni de Europa Sur. Siguió acercándose por la redacción, algunas veces a saludar a los compañeros y amigos y otras a colaborar, porque el "gusanillo" de la profesión iba por dentro. Se atrevió incluso a escribir alguna que otra crónica de Semana Santa, porque de todos era conocida su otra gran pasión: El Nazareno. Fue uno de los fundadores de la citada cofradía en la ciudad, siendo hermano mayor y miembro destacado de su junta de gobierno. Un cofrade convencido que se emocionaba con cada Jueves Santo de Algeciras.

Con su jubilación vino el primer homenaje, el que le brindó Europa Sur. "De la máquina del pajarito al digital", así se iniciaba la crónica que relataba este homenaje el día 23 de junio de 2001. En el acto estuvieron desde sus familiares, compañeros y amigos hasta la primera autoridad local de la ciudad. Recordó como fue "fichado" por el Diario de Cádiz y desgranó su periplo como profesional, tanto de sus andanzas con la competencia, como sus caminatas por las calles buscando algún desperfecto para denunciar. De hecho dejó una frase para el recuerdo apuntando que: "Nos llamaban los trabajadores municipales y nos decían: Manolo estamos esperando tus fotos para ver dónde tenemos que ir a trabajar".

A finales de ese mismo año le rindieron dos nuevos homenajes. El primero por parte del sindicato CCOO y el segundo promovido por los propios compañeros de la prensa. En concreto los profesionales de la comarca se reunieron para elogiarle destacando su trayectoria profesional y humana. Martín agradeció ese homenaje invitando a dar continuidad a estos tributos a los compañeros de los medios, especialmente bonitos en el caso de los ya jubilados por engrandecer la profesión periodística.

A Manuel Martín le ha tocado vivir grandes citas históricas del Campo de Gibraltar. Como reportero gráfico retrató con su cámara los tiempos de la dictadura de Franco, descubrió con pasión los cambios en la transición y la normalización que con la democracia llegó a la sociedad. Disfrutó y sufrió, como un aficionado más, con las victorias y pérdidas de su equipo de fútbol, el Algeciras. Y dejó constancia de varias investiduras de alcaldes.

En una entrevista que se le realizó en este diario en 2005 explicaba como se enfundaba cada día la ropa deportiva y emprendía sus caminatas para mantenerse en forma y con salud. Luego estaban las charlas con los amigos y otra buena parte del día la dedicaba a recuperar fotografías de una Algeciras en "blanco y negro".