20 aniversario de Europa Sur

Una apuesta por la industria y el turismo

  • El municipio sanroqueño veinte años después ha sufrido muchos cambios sociales y urbanísticos. El casco y sus nueve barriadas cuentan con mejores equipamientos e infraestructuras, además de una mayor seguridad y limpieza. El gran polo industrial de la comarca continúa con la refinería Cepsa al frente y el municipio ha vivido la construcción de varias centrales de ciclo combinado y la creación de la planta de energía fotovoltaica más grande de Andalucía

La ciudad donde reside la de Gibraltar vivía en 1989 una situación distinta al resto de la comarca. Un municipio compuesto por nueve barriadas dispersas era un entramado complejo en el que la carencia de infraestructuras era algo palpable. Los problemas de la droga en los núcleos de Taraguilla, La Estación y Miraflores cambiaron gracias al coraje de sus vecinos la lucha contra la droga. La sociedad se enfrentó a los traficantes con el cura José Chamizo a la cabeza y una sencilla y humilde barriada sanroqueña era portada durante semanas de los medios de comunicación de toda España. Fue sin duda uno de los sucesos más dramáticos de la historia de San Roque y que marcó ese año.

El municipio carecía de muchas infraestructuras y de buenas comunicaciones, mientras que el desarrollo industrial tenía a la refinería Cepsa como referente y comenzaba a ser una realidad proyectos como el polígono de Guadarranque. La mejoras en dotaciones de salud e infraestructuras para las barriadas eran las grandes asignaturas pendientes. El Pinar del Rey estaba lleno de vertederos ilegales y empezaba a fraguarse el proyecto del polideportivo cubierto El Calvario en San Roque casco.

El Ayuntamiento, presidido por el socialista, Andrés Merchán, estudiaba un nuevo emplazamiento para los vecinos de La Colonia, barriada situada bajo la refinería. Un traslado que se produjo en 2004 en las nuevas viviendas de Puente Mayorga. Un nuevo brote de peste equina ponía de nuevo en jaque uno de los referentes turísticos del verano, el campeonato de polo en Sotogrande. Y en el tema urbanístico se gestaba por aquellas fechas el gran proyecto residencial de San Roque Club.

Dos décadas después, el municipio, que preside José Vázquez, ha sufrido muchos cambios en aspectos sociales y urbanísticos. La localidad cuenta con mejores equipamientos de salud e infraestructuras en cada barriada, además de una mayor seguridad y limpieza.

El gran polo industrial de la comarca continúa con la refinería Cepsa al frente y el municipio ha vivido la construcción de cuatro centrales de ciclo combinado en Guadarranque y la creación de la planta de energía fotovoltaica más grande de Andalucía. El polígono de La Pólvora ya es una realidad y es uno de los motores comerciales de la ciudad, al igual que lo será las obras de urbanización del sector II de San Roque en el área de Guadarranque de la Zona de Actividades Logísticas.

Tampoco hay que olvidar el desarrollo urbanístico de zonas como la Alameda de San Roque y la rehabilitación de los antiguos cuarteles en dependencias municipales y donde irá el futuro Palacio de Justicia. También destaca la remodelación del Palacio de los Gobernadores, la ejecución del nuevo museo de la ciudad y la piscina cubierta, además de las nuevas dependencias municipales en cada una de las zonas del municipio y el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico Artístico de San Roque.

San Roque sigue apostando por el turismo y es el gran referente internacional en el golf y en el polo con Sotogrande como lugar privilegiado para la práctica de estos deportes.

Pero veinte años después, la gran asignatura pendiente es la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana, algo en lo que se está trabajando un documento que será una realidad pronto y del que depende el futuro inmediato de la ciudad.

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