Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Observar la luna llena siempre es un espectáculo, pero este domingo 7 de septiembre el cielo regalará un evento aún más especial: una Luna de Sangre. ¿Qué mejor plan que combinar gastronomía y naturaleza en espacios donde la magia del firmamento acompaña cada bocado? Tres restaurantes del Campo de Gibraltar se convierten en escenarios perfectos para una velada inolvidable a la luz de la luna, en este evento tan especial o uno más personal.
Enclavado entre las playas de Bolonia y Valdevaqueros, El Tesoro hace honor a su nombre: “un espacio privilegiado (…) donde disfrutar de la comida, la compañía y las mejores vistas de Tarifa”, tal y como destacan en su web.
Los comensales lo describen como un lugar de paz y encanto. “Nuestra experiencia ha sido excelente, fuimos un grupo de 4 personas, la atención estupenda muy amables y serviciales, comimos tartar de atún que estaba exquisito, un solomillo de cerdo ibérico que estaba súper tierno, será un acierto seguro si visitas Tarifa”, asegura un visitante. Otro añade: “El mejor sitio de Tarifa. Jose nos atendió especialmente bien y nos recomendó muy bien todos los platos. Sin duda volveré a ir”.
Con su localización en la ladera, las vistas aéreas y la brasa de carnes como protagonista, es uno de esos restaurantes que requieren buscarlos, pero una vez descubiertos no decepcionan.
A pie de puerto y con un ambiente elegante, Bitácora se ha ganado el título de restaurante romántico por excelencia en La Línea. Su propuesta combina platos de alta cocina con producto fresco y un servicio que los clientes valoran con entusiasmo.
“Probamos el nuevo menú degustación de atún y nos encantó. Todos los platos estaban muy bien pensados, con producto de mucha calidad y presentaciones cuidadas”, señala una de las reseñas. Otros destacan la atención personalizada: “Nos atendió Fran, muy profesional, educado y amable. La comida muy buena y las vistas al puerto, muy bonitas. Una velada inolvidable. Repetiremos”.
Las opiniones coinciden: no es un lugar para todos los días, pero sí para regalarse una experiencia donde comer se convierte en un arte.
En pleno Parque Natural de Los Alcornocales, La Gañanía, el restaurante del hotel La Almoraima, sorprende por su localización y su cocina, que fusiona tradición y vanguardia. El ambiente tranquilo y la atención cercana hacen de este restaurante un refugio gastronómico en mitad de la naturaleza.
“Nos hospedamos en el Convento y decidimos probar el restaurante y fue todo un acierto. Lugar tranquilo en plena naturaleza. La comida exquisita y el trato muy amable y servicial”, señala un cliente. Otra visitante, vegetariana, destacaba: “El chef salió a explicarme el menú, que tenía algunas opciones, pero también dijo que podía adaptar cualquier plato para que fuera vegetariano, lo cual fue muy útil”.
La carta incluye platos como el solomillo de venado al Pedro Ximénez, la pluma ibérica o la ensalada de ahumados. Los postres, como la torta de queso o el mousse de chocolate, ponen el broche dulce a la experiencia.
Ya sea con vistas al mar de Tarifa, frente al puerto de La Línea o en el silencio natural de Castellar, estos tres restaurantes ofrecen algo más que una cena: la oportunidad de vivir una noche especial bajo la luna. Y si este domingo la luna se tiñe de rojo, el recuerdo será aún más imborrable.
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