La ballena azul vive su décimo aniversario

Cuando la empresa Sol Meliá destinó en Cádiz al empresario cántabro Fernando Mesones, éste jamás imaginó que acabaría convirtiéndose en uno de los mayores animadores infantiles de la gaditana playa la Victoria. De eso ya han pasado diez años, cifra que cumple el conocido parque infantil La Ballena Azul. Para celebrarlo, este verano se han incluido juguetes artesanales y nuevas actividades, las cuales se suman a las de pintura de cara, manualidades, talleres para dibujar y colorear, sesiones de cuentacuentos, la minidisco, los concursos de karaoke, los deslizamientos por las pistas blandas hinchables y los juegos de globos, toboganes y piscinas de pelotas de goma.

Por 4,50 euros la hora (la siguiente hora o fracción cuesta 3 euros), los niños pueden disfrutar de un agradable rato en La Ballena Azul, vigilados siempre por los monitores (hay un total de 15 distribuidos por todo el parque) e identificados con una pulsera que lleva su nombre y apellidos.

Al parque pueden acceder los niños desde los 0 hasta los 12 años, teniendo en cuenta que los menores de 3 años deben estar acompañados de sus padres, los cuales cuentan con una zona acondicionada especialmente para ellos en la que pueden tomar un piscolabis. La media de edad de los usuarios de las instalaciones está entre los 0 y 6 años.

El parque infantil La Ballena Azul ofrece a los chicos la posibilidad de celebrar cumpleaños en la playa. Con un coste de 10,50 euros por persona y durante dos horas, los invitados a la fiesta y el protagonista de la misma disfrutan de todas las instalaciones del parque, se realizan varios espectáculos de teatro, guiñol y magia, se les entrega a cada uno una bolsa repleta de chucherías y globos y, según a la hora a la que sea el cumpleaños, todos realizan un almuerzo, una merienda o una cena. Como detalle, al niño protagonista de la fiesta se le hace entrega de un regalo, que puede ser una mochila, una camiseta o una gorra.

La Ballena Azul es un parque repleto de colorido, con numerosos juguetes para todos y hasta con una caja en la que se depositan los objetos perdidos.

Este parque surgió bajo la iniciativa de Fernando de crear una zona expresamente dedicada a cuidar y divertir a los niños en verano mientras sus padres trabajan o se relajan un rato en la playa y la idea ha sido todo un éxito.