La joyería del mar vuelve a brillar en Navidad: Antonio Martín reabre y cocina el futuro gastronómico de Algeciras
La histórica pescadería reestrena su local tras un año de obras y anuncia un ambicioso proyecto de degustación en el mercado y la reapertura de Casa Castro junto a José Andrés
Las últimas compras de Nochebuena y el cuarto rey mago que se perdió en el mercado de Algeciras
La mañana del 24 de diciembre no concede tregua en Algeciras. Es Nochebuena y la ciudad apura las últimas compras con ese nervio alegre que sólo tienen las vísperas importantes. En la calle Cánovas del Castillo, al abrigo del mercado Ingeniero Torroja-Sánchez Arcas, la pescadería Antonio Martín es una colmena en plena ebullición. El murmullo constante de los clientes se mezcla con el tintinear de las bolsas, el vapor del cocedero y el brillo hipnótico de unas vitrinas que parecen las de una joyería.
Gamba blanca, langostino gordo de Sanlúcar, camarón mediano, nécoras, cigalas. El mar, ordenado y reluciente, se ofrece como un escaparate de lujo. Tan brillante que casi hiere los ojos. Las pescateras no paran: reponen género, reorganizan el puzzle cuando alguna especie se agota, bajan piezas, acercan el producto al cliente para que luzca aún más, para que deslumbre. Aquí, cada pescado se trata como lo que es desde hace décadas: una pieza única.
La gamba blanca y el langostino de Sanlúcar vuelven a ser, un año más, los auténticos reyes de la Navidad
La escena tiene algo de reencuentro. Tras casi un año cerrada por una profunda reforma, la pescadería Antonio Martín ha vuelto a abrir sus puertas justo a tiempo para la Navidad. Y lo ha hecho por todo lo alto, recuperando su pulso de siempre y mirando decididamente al futuro.
Una historia de arrojo, oficio y visión
Emprendedores, pioneros, visionarios. En la familia Martín esas palabras no suenan grandilocuentes: forman parte de su ADN. La pescadería Antonio Martín cumple 55 años como referente de calidad más allá del Campo de Gibraltar gracias al arrojo de su fundador, Antonio Martín, y a la capacidad innovadora de su hijo, Javier Martín, actual propietario.
Antonio Martín abrió su pescadería el 10 de enero de 1970, en las inmediaciones del mercado de Algeciras, después de forjarse como jefe de cocina en el Club Náutico y de pasar horas en la lonja buscando siempre el mejor género. Aquella obsesión por la excelencia lo llevó pronto a recorrer otras lonjas de Andalucía, ampliando miras y elevando el listón.
Javier creció entre cajas de pescado, conversaciones con clientes fieles y lecciones silenciosas de oficio. En 1998, cuando su padre le propuso capitanear juntos el negocio familiar, no lo dudó. Un año después, el cierre de la lonja pesquera de Algeciras obligó a reinventarse. Lejos de encogerse, la pescadería dio un salto adelante: más especies, más procedencias, más servicios y una idea clara heredada del fundador: tratar cada pescado como una joya del mar.
Desde entonces, la boutique del pescado ofrece a diario más de quince especies distintas y una decena de mariscos de distintos puntos de España, junto a innovaciones que hoy parecen evidentes pero entonces eran casi revolucionarias: cocedero propio, zona de degustación, envasado al vacío, bolsas isotérmicas personalizadas, tarjeta de fidelidad, compra telefónica u online y reparto gratuito en el Campo de Gibraltar. Todo sin perder lo esencial: la atención directa y cercana a una clientela de toda la vida.
Hoy, el grupo Pescados Martín SL suma cuatro empresas y más de una veintena de trabajadores, con presencia en el sector mayorista y la restauración. Y la tercera generación ya asoma: el joven Javier Martín Junior se incorpora al proyecto con ideas nuevas para tiempos nuevos.
Una reforma para abrir la pescadería al siglo XXI
El local de Cánovas del Castillo ha pasado casi todo 2025 cerrado, inmerso en una obra monumental que ha terminado justo a las puertas de la Navidad. El resultado salta a la vista: un espacio más grande, más limpio, más luminoso y moderno, sin renunciar a su esencia.
La reforma no ha cambiado el alma del negocio, pero sí ha abierto la puerta a una nueva forma de vivir la pescadería
“La pescadería de siempre, pero adaptada a los nuevos tiempos”, resume Javier Martín para Europa Sur mientras atiende preguntas entre cliente y cliente. “Hoy una pescadería no es sólo para comprar pescado fresco; es para vivir una experiencia”.
La reforma ha dejado una sala de cocción más abierta y vistosa, y prepara el terreno para el siguiente paso: una terraza exterior frente al establecimiento, en la recién remodelada calle Ojo del Muelle, donde el cliente podrá degustar mariscos y pescados recién cocinados, acompañados de vinos seleccionados.
Porque Antonio Martín ya funcionaba como cocedero desde los años 80. Ahora, simplemente, lleva esa idea más lejos.
La Navidad sabe a gamba blanca y a producto recién cocido
En esta Nochebuena, los productos estrella no fallan. “Una buena gamba blanca y el langostino de Sanlúcar son los productos de la Navidad”, explica Javier. Junto a ellos, patachasca, bocas, nécoras y cigalas completan una oferta que estos días se vende, sobre todo, ya cocida.
“La clave del éxito es preparar las cestas de marisco el mismo día que el cliente las va a consumir”, subraya. Nada de género elaborado con antelación: frescura absoluta para el 24 o el 25 de diciembre. El cliente lo sabe y confía. Por eso vuelve.
Un mercado que se convierte en experiencia
El proyecto no se detiene aquí. La próxima gran apuesta de la empresa será la apertura de un puesto gourmet dentro del mercado Ingeniero Torroja-Sánchez Arcas, un “local experiencia” con cocina propia que mirará directamente al corazón de la plaza de abastos, junto a la Puerta del Mar.
Allí no sólo habrá degustaciones. La idea es ambiciosa: talleres, cursos de cocina, chefs invitados del Campo de Gibraltar y de toda España, demostraciones en directo y hasta colaboraciones con la televisión local. “Como un canal cocina, pero en el mercado de Algeciras”, resume Javier.
El espacio contará también con terraza de degustación y una sala privada para catas de marisco y vino. Todo pensado para reivindicar el producto del mercado y convertirlo en protagonista.
Casa Castro, la joya que cerrará el círculo
Y al fondo del horizonte, Casa Castro. El proyecto anunciado hace un año junto al chef José Andrés avanza con paso más lento del previsto, lastrado por la complejidad de las obras. El local ya está adquirido, pero Javier pide paciencia.
El futuro de Antonio Martín se cocina a fuego lento entre el mercado, la degustación y la memoria de Casa Castro
“A todas las cosas hay que dedicarle tiempo”, dice. Primero, la cocina y el local experiencia en el mercado. Después, Casa Castro. La idea sigue intacta: devolver a Algeciras un establecimiento emblemático, con solera, donde el producto local y la memoria del barrio se sienten a la mesa.
Cuando llegue el momento, José Andrés tendrá en Algeciras un lugar donde cocinar, degustar y celebrar el mercado que tanto admira. Un sitio del que la ciudad pueda sentirse orgullosa.
Mientras tanto, en la mañana de Nochebuena, la pescadería Antonio Martín vuelve a latir como siempre: llena de gente, de brillo y de futuro. El mar, una vez más, ha encontrado aquí su mejor escaparate.
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