Morante de la Puebla corta un rabo en Jerez y culmina el fin de fiesta por bulerías en una caseta

José Antonio Morante Camacho, más conocido como Morante de la Puebla, volvió este viernes a demostrar que en su tauromaquia hay algo que escapa a las estadísticas, a los análisis técnicos y hasta a la lógica meteorológica. Tras una tromba de agua de esas que convierten Jerez en un río por unos minutos, el genio sevillano bordó una faena de las que se estudian, se comentan y, sobre todo, se recuerdan.

Fue al cuarto de la tarde, un toro de Álvaro Núñez —hierro que pasta entre las brisas y los lentiscos de Tarifa— al que Morante le cortó no solo las dos orejas, sino también el rabo. Vestido de nazareno y azabache, con ese empaque suyo entre clásico, barroco y rebelde, Morante convirtió la plaza de toros de Jerez en un templo donde cada pase era un aleluya. Los trofeos llegaron como conclusión lógica de una obra que parecía salida de otro tiempo, y la ovación fue tan unánime que los aficionados lo sacaron a hombros rumbo al hotel, cruzando las calles del centro con fervor casi religioso.

Pero el epílogo aún guardaba compás. Ya entrada la noche, y con el ambiente caldeado en las casetas del Real, Morante reapareció de blanco. Esta vez no llevaba capote, pero sí arte en las piernas. Rodeado de admiradores y amigos, se arrancó a bailar bulerías. Los vídeos que circulan por las redes sociales y los aplausos lo dejaron claro: el maestro de Sevilla estaba inspirado. Con esta estampa —tan jerezana, tan suya— se cerraba una jornada que pasará a los anales de la Feria del Caballo. Este sábado de María Auxiliadora, y con todas las localidades vendidas, Morante volverá al ruedo para rubricar lo que ya es una de sus grandes actuaciones del año.

Mientras tanto, un poco más al sur, en Algeciras, donde su nombre brilla más por su ausencia que por su presencia, no pocos aficionados se preguntan cuándo volverá el genio al coso de Las Palomas. De momento, habrá que conformarse con bordear la bahía: Morante hará el paseíllo en la plaza de toros de La Línea de la Concepción el próximo viernes 18 de julio, a las 19:30, en un cartel junto a Alejandro Talavante y el joven prodigio Marco Pérez, frente a astados de El Niño de la Capea y San Pelayo.

Dicen que la inspiración no avisa. Pero si se anuncia Morante, conviene estar atentos: puede que acabe cerrando el día bailando por bulerías.