Cepsa abre el proceso para la venta de su división química por unos 4.000 millones de euros
Industria
La compañía, con una importante planta en Puente Mayorga, firma contratos de confidencialidad con fondos internacionales
La compañía Cepsa ha abierto el proceso para la venta de su negocio químico, valorado en unos 4.000 millones de euros, dentro de la etapa de transformación energética emprendida con el nombramiento, en octubre del año pasado, de Maarten Wetselaar como nuevo consejero delegado. Una de las plantas se encuentra en Puente Mayorga (San Roque) y estará dentro de la que se prevé que será una de las grandes subastas competitivas del mundo energético para este 2022.
Lo que era un rumor desde hace varios meses, en concreto desde que se separaron la división del refino y la química de Cepsa, parece que se hará realidad.
Citi (el banco que coordina el proceso competitivo) ha comenzado a circular documentos con información preliminar sobre esta división de la petrolera y, según han publicado varios medios especializados, como Expansión o El Periódico de España, ya se habrían firmado los primeros contratos de confidencialidad con buena parte de los fondos de inversión más importantes del mundo. Entre ellos, siempre según las mismas fuentes, se encontrarían Apollo, Blackstone, CVC, KKR, Advent y Indorama, en una operación que estaría en el entorno de los 4.000 millones de euros y que se convertiría en una de las más importantes de todo el mundo.
Las mismas fuentes aseguran que tampoco se descarta la participación en el negocio de algunas empresas del sector energético y entre ellas destacó al grupo británico Ineos que ha comprado recientemente el grupo BP por 5.000 millones de euros.
Se trataría de la confirmación de un cambio de estrategia cuando la energética se encuentra en pleno proceso de transformación en espera de elaborar un nuevo marco de transición a un nuevo modelo energético.
Cepsa es el líder mundial en la producción de Alquilbenceno Lineal (LAB), el surfactante biodegradable más usado del mundo en detergentes para el lavado de ropa, y también es el fabricante número uno de cumeno, con el que se fabrica fenol y otros productos de consumo. Opera en ocho países y vende sus productos a clientes en todo el mundo.
Las materias primas que elabora Cepsa permiten la fabricación de múltiples productos, muchos de ellos para mejorar la higiene, como los geles hidroalcohólicos, y la protección, como gafas de seguridad y barreras transparentes. Los productos de Cepsa son esenciales para los sectores de cuidado personal y de la casa, farmacéutico, automóvil, nuevas tecnologías, construcción y muchos otros. En el 2020 la compañía funcionó a pleno rendimiento en las difíciles circunstancias generadas en el contexto de la pandemia de la Covid-19, para dar respuesta a la demanda de muchos de estos productos, esenciales para las personas.
El negocio de Química de Cepsa obtuvo un resultado récord en 2020 con un aumento del 45% respecto al año anterior. En 2021, continuó ofreciendo unos resultados muy sólidos, con un Ebitda de 355 millones de euros en los nueve primeros meses del año, que supuso un aumento del 39% frente a septiembre de 2020 (y del 91% frente al mismo periodo de 2019), impulsado principalmente por la repercusión positiva de una estrategia comercial mejorada, unida a una tendencia sostenida de rendimiento operativo récord desde 2019. En el caso concreto del tercer trimestre, destacó el buen comportamiento del segmento de LAB (que aumentó un 22% respecto al trimestre anterior) derivado de mayores ventas y márgenes, y el aumento de los volúmenes de producción tras el cambio a la tecnología Detal en la planta de Puente Mayorga.
Cepsa culminó en mayo del año pasado la gran renovación de la planta química de Puente Mayorga, en San Roque, con la puesta en marcha de la tecnología Detal en la que invirtió 117 millones de euros. Se trata de la primera planta química de España que emplea esta tecnología, según anunció la compañía. Se trata además de la primera fábrica de Alquilbenceno Lineal (LAB) del mundo que sustituye una tecnología basada en ácido fluorhídrico (HF) por la de Detal, "un proceso más seguro, eficiente y sostenible, que permite optimizar el uso eficiente de materias primas y electricidad, y eliminar emisiones y la generación de residuos en unas 1.100 toneladas al año", subrayó la empresa. Este avance tecnológico reduce el consumo de agua en 80.000 metros cúbicos al año y mejora la calidad y versatilidad del LAB. Tras cerca de dos años de trabajos, la tecnología aplicada para la transformación de la planta, cuya patente fue desarrollada por Cepsa en colaboración con UOP (Universal Oil Products), supuso la creación de 250 puestos de trabajo en el Campo de Gibraltar.
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