Las labores diplomáticas y de cooperación en materia de control de fronteras de España y la UE con Marruecos está provocando un notable descenso en el número de personas que llegan a las costas andaluzas de forma irregular. Los últimos datos facilitados por el Gobierno sobre atención dada a los migrantes en los tres Centros de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) indican que se ha producido una bajada muy destacada respecto al año pasado.

En una respuesta parlamentaria a una pregunta escrita del diputado del Grupo Mixto Jon Iñárritu, el Ejecutivo señala que en el caso del CATE de San Roque, hasta el pasado 10 de julio habían pasado 1.967 personas. Aunque los periodos no coinciden, esta cifra contrasta con las 9.860 que lo hicieron desde los primeros días de agosto del año pasado -cuando se inauguró el centro- y el 31 de diciembre.

Los descensos son también muy significativos en los CATE de Motril y Almería. En el primero de ellos, los migrantes que pasaron por dichas instalaciones en el conjunto del año pasado fueron 8.685, mientras que en los siete primeros meses de 2019 han sido 1.831, un 21%. En el CATE Almería, en 2018 fueron atendidas 12.254 personas, mientras que en lo que llevamos de 2019 son 2.746, un 29%.

El CATE de San Roque cuenta con 450 plazas disponibles y es el más grande de los tres, ya que el de Almería dispone de 180 y el de Motril de 90. A estos tres se sumará en breve un cuarto centro en Málaga, con capacidad para casi 300 personas.

Rumí, un 30% menos

El pasado día 26, la secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, apuntó que se ha registrado un descenso alrededor del 30% en la llegada de migrantes en patera a la costa respecto a los mismos datos del año pasado.

Rumí afirmó que, hasta ese momento, habían sido rescatadas unas 13.000 personas, cuando en el mismo periodo del 2018 eran más de 25.000. “Hemos vuelto a poner en marcha las relaciones con los países africanos”, dijo.