Septiembre es el mes, junto a enero, de los nuevos comienzos y metas. La vuelta al trabajo, a los colegios, a las rutinas diarias... provocan que sea una etapa de reinicio. Uno de estos propósitos es volver a establecer unos hábitos de vida saludables, como acudir al gimnasio o seguir una dieta para hacernos perder esos kilos de más ganados durante el verano.

Sin embargo, son muchas las personas que, en este nuevo tipo de alimentación, optan por los productos light en sustitución de otro tipo de alimentos. Esto es un error de lo más común y, por ello, la Organización de Usuarios y Consumidores, OCU, ha elaborado un completo informe de por qué debemos evitar estos tipos de productos considerados light.

Opta por revisar tus rutinas y comer más sano

Tras el verano, nuestra línea seguramente haya sufrido los sobrecostes de los excesos alimentarios. Es muy recomendable optar por una dieta saludable que, además de ayudarnos a poner a raya esos kilogramos de más, ayude a nuestro organismo a depurarse. No obstante, en numerosas ocasiones buscamos la solución en los alimentos considerados como light.

Según la OCU, este tipo de alimentos no son indicadores de no contener calorías. El único producto light libre de este tipo de aporte calórico son los refrescos, los demás siguen conteniéndolas. Además, si el contenido calórico es demasiado elevado el producto light se convierte en un producto calórico, lo que va en contra de las pretensiones de nuestra dieta.

Para que un producto sea considerado como light debe cumplir la norma de que “la reducción del contenido del nutriente específico es de, como mínimo, el 30% en comparación con un producto similar”. De este modo, podrá incluir en su etiquetado la información nutricional así como la del producto original para que el consumidor pueda realizar una comparación entre el producto 'no light' y el 'light'. Solo así podrá realizar una comparación entre las calorías y el valor energético del producto original y su versión ligera.

Tipos de productos light

En la actualidad, existen hasta dos tipos de estos productos conocidos como ligeros:

• Con menos azúcar: son la versión de productos azucarados que realizan la sustitución de esta sustancia por edulcorantes. Hablamos de refrescos, zumos o postres.
• Con menos grasas: se refiere a productos que cuentan con un desnatado o una eliminación de sus grasas. Para ello se recurre a aditivos para que no se vea trastocada la consistencia u otro tipo de características propias del producto original. También se opta por las vitaminas o los ácidos grasos que equilibran las grasas eliminadas. En esta categoría entran productos como lácteos desnatados, salsas, galletas...

No te ayudarán a adelgazar

Estos productos generalmente se tratan de ultraprocesados que para acceder a la categoría de producto light optan por otro tipo de procesos, como los aditivos o sustancias nada naturales.

Además, los alimentos light suelen originarse de alimentos calóricos por lo que, por muchos procesos que sufran, aunque en menor medida, seguirán siéndolo. Es el caso de las patatas fritas o las galletas, las cuales nunca podrán compararse en calorías o valor nutricional a, por ejemplo, una pieza de fruta.

Por último, cabe recordar que el consumo de producto lights puede llevar a engaños injustificados. No por creer que contienen menos grasas o calorías se puede traducir en un mayor aumento de la cantidad a consumir, debido a que al final estaríamos cayendo en precisamente lo contrario a adelgazar.