Medio centenar de empresas de la provincia ha entrado durante 2016 en un proceso concursal, según los últimos datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística, lo que demuestra un leve repunte en la actividad empresarial frente al declive vivido los últimos años, ya que el pasado ejercicio, por estas mismas fechas, el INE contabilizaba en la provincia 13 procesos concursales más, es decir, 63. Con estas cifras es evidente que no se van a superar los datos de los años anteriores, los del núcleo de la crisis económica, que acabaron por colapsar el único juzgado de lo mercantil en Cádiz, un colapso que arrastra y del que aún no se ha recuperado por el enorme volumen con el que se ha tenido que trabajar todo este tiempo. Desde el 1 de enero de 2008 hasta el tercer trimestre del ejercicio actual han entrado en ese juzgado nada menos que 771 procedimientos concursales. Esto supondría en una traslación una media de un proceso concursal cada cuatro días, si bien a partir de 2014 el ritmo de entrada ha descendido notablemente.

El año 2015, por ejemplo, acabó con 91 empresas recurriendo a esta fórmula para ajustar o reestructurar sus deudas o, lo más habitual, dirigirse a la liquidación. Los años anteriores fueron aún más dramáticos, siendo el peor el 2013, cuando cayeron en el hoyo un total de 129 empresas gaditanas.

Aún así todavía nos movemos en las cifras de 2010 y 2011, cuando entraron en concurso 87 y 85 respectivamente. Los años anteriores, en los primeros dos años de la crisis, el descenso de volumen de negocio de las empresas todavía les permitía resistir, aunque en 2009 sonaron todas las alarmas al pasar a concurso, y la mayoría quebrar, 59 empresas. Ahora se considera una ligera recuperación que lo hagan 51 en nueve meses, es decir, que se superará por inercia la cifra de aquel primer año de pánico, cuando no se sabía que lo peor estaba por llegar.

El perfil de las empresas que han llegado a esta situación en lo que llevamos de año sigue, porcentualmente, las pautas de cómo se ha desarrollado la caída de empresas durante la crisis y dibuja las principales debilidades de nuestro tejido productivo en la provincia.

La empresa en la provincia tiene una dimensión muy pequeña, que es lo que la hace vulnerable, algo en lo que se incide continuamente desde la Confederación de Empresarios, que intenta concienciar a los empresarios de alianzas y de buscar músculo en la exportación para no tener que depender en exclusiva del mercado local. Cuando el consumo local se desploma, como ha sucedido en esta crisis, arrastra sin remedio a las empresas más pequeñas. En Cádiz están censadas más de 58.000 empresas. Sólo 300 de ellas cuentan con más de 50 empleados y de más de cien hay doscientas.

30 de las 50 empresas que han entrado este año en el proceso concursal que, casi con seguridad, les llevará a la liquidación, tenían menos de cinco empleados. De empresas entre 50 y 100 trabajadores han entrado en concurso de acreedores en 2016 sólo tres, ninguna de ellas en los seis últimos meses. Pero es que en la provincia, como hemos visto, hay muy pocas empresas con este número de empleados.

Pero donde realmente se observa la fragilidad del tejido empresarial gaditano, lo que figura en todos los análisis sobre las dificultades que los pequeños negocios tienen de soportar los vendavales económicos, está, naturalmente, en el volumen de negocio. Dos centenares de empresas que facturaban menos de 250.000 euros no han podido continuar entre 2012 y 2015. Durante este año, 21 de las 50 que entraron en proceso concursal estaban en ese tramo de facturación y sólo ha tenido que acudir al juzgado de lo mercantil una empresa con volumen de negocio superior a los dos millones de euros.

Por antigüedad caen más las que no han llegado a consolidarse y llevaban una actividad que se movía entre los cinco y los diez años. De éstas han caído 16, aunque también llama la atención la decena de empresas que han entrado en barrena con más de veinte años de existencia. Con ellas, desde el año 2012 en la provincia ya se ha superado el centenar de empresas veteranas en proceso concursal. Muchas de ellas han desaparecido a estas alturas.

Por sectores es el del comercio, una vez que las empresas relacionadas con la Construcción han pagado todo su peaje -223 (una de cada tres durante la crisis) entraron en quiebra desde el año 2008, menos de una decena este año-, las que encabezan el número de concursos de acreedores en la provincia. Fueron 14 empresas comerciales las que asumieron su crisis este año y acudieron a los juzgados con sus deudas a proveedores. La buena noticia, si se quiere observar desde el lado positivo, es que el año pasado fueron 36. El descenso es notable.