El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) acaba de divulgar un estudio poselectoral, con 4.000 entrevistas, en el que confirma la clave que le permitió a Juanma Moreno alcanzar la mayoría absoluta en los pasados comicios andaluces. El líder andaluz del PP convirtió a su partido en una fuerza política transversal. Su estilo moderado y el mensaje inclusivo que trasladó le permitió imponerse entre los votantes que procedían de todos los estratos sociales posibles: desde los pertenecientes al núcleo denominado de trabajadores a los de más nivel económico. Una maniobra con la que dejó huérfana a la izquierda, fundamentalmente al PSOE, que hasta 2018 había conservado el respaldo de los electores adscritos a las clases de menor nivel de renta. Moreno cuadró el círculo al conservar el apoyo tradicional que concita su partido entre las capas media y alta de la sociedad y sumó al resto a su alternativa. Por ejemplo, respecto a los votantes en situación económica más desfavorecida, logró un diferencial de casi once puntos a su favor respecto al resultado de los socialistas en la anterior cita. Los sondeos del CIS de Tezanos siempre hay que tomarlos con distancia cuando irrumpen en las campañas electorales. Pero este tipo de encuestas sí dan sentido al trabajo de sus técnicos y a la función sociológica de este organismo público, que puede ofrecer en cada momento respuestas muy concretas que expliquen el comportamiento de los españoles. Juanma Moreno dispone de datos sobre el capital humano que ha acumulado en su primer mandato. Su reto es no dilapidar esa confianza. La oposición también conoce el largo camino que debe emprender para recuperarla.