Opinión

Juan Lopera

Divorcio, ¿la mejor opción?

SE acerca la Navidad y muchas parejas que decidieron romper su relación tras el verano se dan una tregua esperando que las Fiestas pasen tranquilas. Sin embargo, siguen con la idea de que un mundo nuevo y mejor se abrirá ante sus ojos tras la ruptura. Piensan que no aguantan más esa situación y que empezarán una nueva vida, una segunda oportunidad, donde no cometerán los mismos errores.

Hasta aquí la teoría se sostiene, pero si preguntamos a esa futura ex pareja si han tenido hijos, la cosa se complica en caso afirmativo. Siempre he dicho que un niño prefiere ver a sus padres separados y felices que juntos y enfrentados. Un niño no debe criarse bajo un mal ambiente porque pensará que es la forma normal de vivir. Los patrones que aprenden de pequeños son los que ponen en práctica cuando son mayores, ni más ni menos.

Sin embargo, aunque no hay que "aguantar" por los niños, existen otros caminos que debemos estudiar y considerar muy seriamente. En primer lugar están los mediadores, educadores de pareja, conciliadores,…Son muy eficientes pero no hay que esperar a la desesperación para acudir a ellos. En la mayoría de los casos fracasa esta conciliación porque las parejas llegan muy quemadas a sus consultas y con una idea muy clara: "No aguanto más". En caso de que la mediación no funcione, la experiencia aconseja que pasemos a una separación provisional. En este caso uno de los dos debería buscar otro lugar donde vivir durante un tiempo, pero recordad que los niños no deben pagar vuestros problemas. Ellos no deben echar en falta a ninguno de sus padres. Hay tantos tipos de custodias compartidas como situaciones de ex pareja. Con la separación se consigue pasar de un estado de rechazo y "no porque no" a un estado neutral que será cuando fríamente veamos dónde queramos estar. En este punto, muchas parejas vuelven a encontrarse y a comenzar una nueva relación.

Si a estas alturas crees que lo tienes tan claro que no necesitas ni mediador ni periodo de separación (exceptuando a los que han sufrido maltrato) deberías de escuchar la vida de un divorciado con hijos. Muchos solo hablan de lo que ligan ahora, de la libertad que tanto anhelaban,…pero pocos te hablarán de lo duro que es no ver a tus hijos cuando quieres, de perder la casa de tus sueños, de la pérdida salarial que conlleva,… Porque en el mejor de los casos cada uno rehace su vida, tiene a sus hijos la mitad del tiempo, sus sueldos les permiten llevar un nivel de vida similar, consiguen una casa apropiada y puede que conozcan a otra persona que les haga feliz. Pues esto solo ocurre en uno de cada cien. El resto de los divorciados se ve en una situación muy diferente: no ven a sus hijos tanto como quieren, la casa por la que tanto lucharon la han perdido o no la pueden mantener, al no compartir gastos sus sueldos menguan, si existen pagos de pensiones es la ruina, muchos deben volver a casa de sus padres, a la persona que no querías aguantar tienes que seguir viéndola o llamándola para muchos asuntos como el reparto de vacaciones, visitas médicas, tutorías del colegio,…¿Querías libertad y olvidar lo anterior? Imposible.

Si te divorcias y tienes hijos todo es mucho más complicado de lo que crees. Pocas cosas no tienen perdón o forma de reconducir las relaciones. No hay personas buenas o malas, hay actitudes buenas o malas o que nos gustan más o menos. Si aprendemos a respetar el espacio de cada uno dentro de la pareja o admitir que las parejas no tienen que ser la mitad de una naranja, daremos un paso hacia la tolerancia y el respeto. Nunca esperes de tu relación que sea un cuento Disney, convivir con otra persona es complicado.

Normalmente los problemas que llevan al divorcio son menos problemas que los que genera el divorcio en sí.

Juan Lopera es presidente de la Asociación Custodia Compartida del Campo de Gibraltar.

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