Cultura

El adulterio amable de Civera y Merlo llena el Palacio de Congresos

  • La comedia, obra original de Bernard Slade dirigida por Jaime Azpilicueta, deleita a los espectadores en La Línea con su romanticismo y el buen hacer de los actores

El auditorio del Palacio de Congresos de La Línea se llenó ayer para el estreno de la comedia Un adulterio casi decente, obra original de Bernard Slade, dirigida por Jaime Azpilicueta y protagonizada por María Luisa Merlo y Pedro Civera.

Una habitación de un hotel de lujo de Tenerife esperaba el encuentro anual que desde hace un cuarto de siglo mantienen los protagonistas para cometer el adulterio. Ella, casada con un inspector de policía, quiso celebrar sus peculiares bodas de plata vestida con el mismo vestido azul con el que se conocieron. Él, después de todos los años en los que se ven en secreto, y fuera ya de toda responsabilidad (se quedó viudo), comenzó la velada con las neuras propias de quien esconde un gran pecado. Ya juntos, mantuvieron un diálogo lleno de un amor entrañable y de nostalgia de tiempos pasados, mostrando fotografías de sus respectivos hijos, que sirvieron para hilar temas de actualidad, como la adicción a las drogas, el cáncer, la homosexualidad o la mezcla de culturas.

A pesar de que durante décadas el tiempo efectivo que pasan juntos apenas es de 80 días, el cariño, la intimidad y los celos que trasladaron al público es el propio de cualquier matrimonio, con situaciones llenas de comicidad y de romanticismo.

Los dobles sentidos y los chistes de alcoba estuvieron presentes a lo largo de toda la obra, arrancando las sonrisas de los asistentes en el transcurso de una comedia amable, ideal para pasar un buen rato y disfrutar con la interpretación de actores de demostrada buena factura.

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