Cultura

Manuel Carrasco regresa con su talento por bandera a Algeciras

  • El onubense logra reunir a unas mil personas en el parque María Cristina en el regreso en menos de un año a la comarca

"Esta noche no va a pasar de largo". Y así tenía que ser el regreso de Manuel Carrasco a Algeciras tal y como lo dijo, un artista que siempre que pisa el Campo de Gibraltar no deja a su rastro ni pizca de indiferencia. Su timidez se desborda a retazos en su irreprochable fuerza sobre el escenario. Ya sea a viva voz, detrás de su micrófono o arropando las cuerdas de la guitarra, esas mismas que le sirven para explorar los sentimientos de algunos que viven lo que el dibuja en sus letras.

Confieso que he sentido era lo que venía a ofrecer ayer el onubense, en un parque María Cristina que según la organización tuvo un público de alrededor de mil personas. Sobre las diez y veinticinco dio comienzo el concierto. Las luces se apagaron y como si de un transistor se tratase, deslizando hacia un lado la rueca empezó el espectáculo con la imaginaria búsqueda de emisoras entre las que se distinguían sus canciones míticas.

"Hay corazones heridos en medio de la tormenta". Esta fue la primera frase de Si miras a tu alrededor, con la que arrancó el concierto. En un escenario sin grandes pomposidades, con un gran juego de luces y una tremenda banda de músicos detrás, el cantautor supo dar la talla con cariño y cercanía. "Estoy encantado de traer mi música de nuevo", así se iba confesando ante un público fiel, que no le abandona y que sienta casi tanto como él cada letras que escribe.

"Escucha Algeciras", gritaba radiante con su chaleco, una prenda que suele ser habitual en su estilo. Continuó el recital con Otoño,octubre, Antes de ti y Sabrás y así muchísimas más. Una legión de canciones míticas que iba hilando mientras el público no sólo se concentraba alrededor de él -con zona vip incluida-, sino que se ubicaban sentados alrededor de la zona de tierra, en los propios bancos y fuentes, asomados en algún que otro balcón de los edificios aledaños al María Cristina.

También había, y muchos, los que intentaban verle desde lejos o entre el cerramiento exterior del parque -bien instalado-, ya que no todo el mundo puede permitirse la entrada, pero la calle es libre y como tal el aire que empujaba a las canciones de Carrasco.

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