Cultura

Impresiones de Bizet

  • Marc Minkowski debuta en el sello Naïve con una mirada renovadora sobre el universo teatral de Georges Bizet

A Marc Minkowski (París, 1962) le molesta que lo llamen "especialista". "Soy un especialista de la no especialización", contraataca. Y uno no tiene más remedio que darle la razón. Cierto que el maestro francés ha hecho su fama principalmente en el mundo del Barroco, pero hace tiempo que no sólo sus Musiciens du Louvre-Grenoble adquirieron la flexibilidad necesaria para tocar con absoluta propiedad repertorios de épocas bien diferentes (eso sí, siempre con los instrumentos adecuados al período histórico correspondiente), sino que él mismo se ha convertido en un cotizado director de orquestas sinfónicas convencionales.

Así que si su Haendel es, sin más rodeos, de los mejores que se hayan oído nunca (acaso sólo Gardiner podría resistir la comparación) y sus Rameau, Lully, Rebel o Campra han marcado una época en la interpretación del Barroco francés, su reciente llegada a Mozart y Haydn es de lo mejor que le ha pasado a la música del Clasicismo en las últimas décadas y sus prestaciones románticas (Berlioz, Boïeldieu y, sobre todo, Offenbach) han desatado los elogios de la crítica internacional. Crecido en el sello Erato, Minkowski pasó después unos años extraordinarios en Archiv-Deustche Grammophon, y ahora ha decidido cambiar a Naïve, donde se estrena con un espectacular trabajo sobre Bizet. Pero que no se asusten los aficionados a la música antigua, pues su próximo registro será nada menos que la Misa en si menor de Bach, que grabará este verano en Santiago de Compostela y será el primer disco que dedique al Cantor de Leipzig en su carrera.

Antes de eso, Minkowski y Les Musiciens du Louvre pasarán este año por el Festival de Granada con un muy atractivo programa doble (Il trionfo del Tempo e del Disinganno de Haendel; Rameau, Gluck, Haydn). "No sé muy bien qué pasa con Sevilla", comenta cuando se le pregunta por la capital andaluza. "Actuamos una vez hace al menos 10 años (en un Festival de Música Antigua, con Haendel) y no nos han vuelto a llamar." Nosotros que nos lo perdemos. Aunque seguir la trayectoria fonográfica del músico esté al alcance de cualquier aficionado y uno pueda encontrarse con sorpresas tan agradables como este acercamiento a Bizet, que está centrado en La Arlesiana, obra dramática de Alphonse Daudet para la que el compositor escribió 27 números musicales y que el día de su estreno (1 de octubre de 1872) resultó un rotundo fracaso.

Minkowski ofrece las dos suites habituales realizadas a partir de la música incidental del drama: la preparada por el propio Bizet aquel mismo 1872 y la póstuma, reorquestada por Ernest Giraud en 1879, y añade entre medias una tercera seleccionada por él mismo, que incluye un par de números corales. El disco se completa con la Obertura y los tres entreactos de Carmen. Naïve lo envuelve todo en un lujoso formato que incluye hermosas ilustraciones de Van Gogh y otros pintores impresionistas y el relato original de La Arlesiana (sólo en francés, inglés y alemán). Las ilustraciones escogidas se justifican plenamente cuando se oye una interpretación musical en la que cada ataque es como una pincelada llena de vigor y de fuerza y en la que el color se desborda, repleto de luz y de mil detalles tímbricos (¡portentosas maderas!) y de fraseo. Deslumbrante relectura protoimpresionista de una música que todos creíamos ya conocer.

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