Algeciras se rinde ante el héroe de la guitarra, Manuel Morao
El baluarte fundamental de la escuela jerezana recibe la Palma de Plata como un honor por ser la tierra de Paco de Lucía
El Cante Grande destaca su compromiso con el flamenco
La Palma de Plata Ciudad de Algeciras de la Sociedad del Cante Grande se hizo esperar. Marcaba el reloj las 0:13 horas cuando llegó a las manos del guitarrista jerezano Manuel Morao. "Ya está el torito en la plaza, ahora te quiero ver escopeta". Con ese desparpajo el héroe de la guitarra, baluarte fundamental de la escuela de Jerez, se enfrentó a un patio de butacas que no terminó de llenarse. El homenajeado se arropaba con sus brazos sintiendo el abrazo del público que le ovacionó con un largo aplauso.
El firme merecedor de la XXIV Palma de Plata agradeció en primer lugar a la peña flamenca de Algeciras, al Ayuntamiento y a la Diputación de Cádiz, sin olvidar mencionar al pueblo de Algeciras. "Para mí es una gran satisfacción y honor", aseguraba Manuel Morao al recibir el premio de Algeciras. Justificaba esta alegría porque esta tierra, la que le rinde tributo, "ha dado ese fenómeno tan grande que se llamó Paco de Lucía, que fue y será un artista universal".
La gala de la Palma de Plata estuvo guiada por el flamencólogo Manuel Martín Martín, experto en esta tarea año tras año. En el acto de entrega se subieron al escenario el presidente del Cante Grande, José Carlos Cabrera; el presidente honorario, José Vargas; el alcalde, José Ignacio Landaluce; la concejal de Cultura, Pilar Pintor; y el diputado provincial de Cultura, Salvador Puerto.
Cabrera tomó la palabra, estrenándose como portavoz de la peña tras dar relevo a Vargas después de 22 años en el cargo. El presidente avaló el reconocimiento destacando que Morao "ha alcanzado su más alta cota en su carrera como artista". Recordó algunos de los artistas a los que acompañó a la guitarra apuntando que "si ellos te eligieron estamos seguros de que no nos equivocamos". Cabrera afirmó además que no se puede entender el flamenco de hoy "sin el compromiso de Morao".
El alcalde de Algeciras fue breve en su discurso recordando que la Administración local ha logrado recuperar la Palma de Plata, sin olvidar a José Luis Lara como promotor del evento y aprovechó para avanzar que con motivo del aniversario del nacimiento de Paco de Lucía Algeciras volverá a vivir un gran evento flamenco.
La gala estuvo conducida con maestría por Martín, que fue ilustrando a los presentes con semblanzas al detalle de cada artista sobre el escenario. La noche la abrieron los guitarristas Pepe y Diego del Morao, familiares del homenajeado. Le siguió en el derroche de arte el cantaor Antonio Reyes, que subió a su mujer Patricia Valdés para marcarse un baile al compás flamenco, mientras al toque estaba Diego del Morado. Reyes hizo constar el honor de poder participar y el cariño que le tiene a Morao.
Antes de que el jerezano recogiera la Palma llegó otro plato fuerte de la noche, la actuación del algecireño Perico El Pañero, acompañado por Pepe del Morao. El cantaor algecireño reconoció que era un día muy especial para él: "Es un lujo tener aquí a Tito Manuel Morao, es una de las voces más sabias que podemos encontrar, voy a cantar gitano por él". Tras recibir el reconocimiento Morao le tocó el turno a otra artista de la tierra, la algecireña Noelia Sabarea, que cumplió su sueño en las tablas del Florida, participante en la Palma de Plata.
Morao a sus 87 años es el patriarca de la guitarra, ya no solo de su dinastía jerezana, sino de los que el flamenco mantiene vivos. Nació el 22 de julio de 1929 en la calle Nueva. Es historia viva del arte gitano andaluz creando escuela y destapando a grandes figuras. Designado Hijo Predilecto de su tierra, ya puede con la Palma de Plata Ciudad de Algeciras cerrar el círculo que le avala tras una vida de compromiso y lucha.
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