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Las protestas se amplían en Hong Kong y Pekín advierte contra el apoyo extranjero

  • Las manifestaciones prodemocráticas se extienden más allá del distrito financiero China sugiere al resto de países que "cuiden sus palabras y acciones" ante una "actividad ilegal"

El uso de gases lacrimógenos por parte de la Policía y las detenciones que se llevaron a cabo este fin de semana no han disuadido a los habitantes de Hong Kong de salir a la calle a pedir democracia, sino que por el contrario han provocado que muchos más se sumaran ayer al movimiento.

Decenas de miles de manifestantes prodemocráticos ampliaron ayer sus protestas más allá del distrito financiero a otras zonas de Hong Kong en reclamo de la elección libre del gobierno de la región, en la crisis política más grave desde la devolución de la ex colonia británica a China en 1997.

En las calles se escucharon cánticos, consignas a favor de las libertades, o charlas en pequeños grupos, mientras voluntarios repartían alimentos básicos a todo el que lo necesite. Es el caso de Chuck, un joven estudiante de políticas quien junto a su compañero Steven se encarga de distribuir agua y alimentos en uno de los múltiples puestos donde se ofrece este tipo de servicios, y que además se ocupan asimismo de recoger la basura y reciclarla.

"No podíamos quedarnos en casa mirando la televisión. Queremos una democracia real, la que nos prometieron cuando pasamos a manos de China después de haber sido una colonia británica", señala Chuck, que lleva desde las nueve de la mañana aguantando un calor de 40 grados en una calle cercana a la sede del Gobierno central y aún le quedan fuerzas para asegurar que se quedará toda la noche en vela.

Voluntarios de todos los sectores, liderados por la Federación de Estudiantes, han creado una extensa red de puntos donde se ofrece comida, bebida, e incluso remedios para combatir el calor: como toallas húmedas o parches, de origen japonés, que la mayoría porta en la frente o en la nuca.

Pancartas con lemas como Por un Hong Kong libre o Sin lucha, no hay victoria y Por la lucha pacífica decoraban ayer puentes y paseos de la capital, y contrastaban con los carteles que las autoridades ya han comenzado a colocar para la celebración el 1 de octubre del Día Nacional de China.

Precisamente, es en esa efeméride en la que estaba planificada la campaña de "desobediencia civil" impulsada por el movimiento Occupy Central, que tuvo que adelantar esta iniciativa para apoyar a los estudiantes que ocuparon el corazón de la ciudad tras una semana de huelga en las aulas.

Todos ellos piden que en las próximas elecciones de 2017 se celebren elecciones democráticas, después de que el Gobierno chino anunciara a finales de agosto que no permitirá una elección abierta del próximo gobernante de Hong Kong.

Tras la represión del fin de semana, las autoridades mantuvieron ayer un perfil bajo y su presencia no se sentía en casi ninguno de los puntos por donde se extiende la ocupación estudiantil.

China advirtió ayer a las potencias extranjeras en contra de apoyar las protestas, que considera "actividades ilegales". "Esperamos que los países relevantes cuiden sus palabras y acciones, que no interfieran en los asuntos internos de Hong Kong y que no apoyen a Occupy Central y otras actividades ilegales", dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying.

El Gobierno de Estados Unidos pidió ayer "contención" a las autoridades de Hong Kong ante las protestas y respaldo la reclamación del sufragio universal de los manifestantes.

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