Activistas y opositores acusaron ayer a las tropas del Gobierno en Siria de atacar con armas químicas el bastión insurgente de Guta Oriental, informaron las autoridades sanitarias en ese enclave ubicado cerca de Damasco.

La noche del domingo un niño murió en un ataque con gas cloro a la localidad de Al Shafuniah, según señalaron las fuentes médicas. Además otras 18 personas resultaron heridas. Tenían los síntomas típicos de las personas que han respirado gas cloro, indicaron los responsables sanitarios.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos dijo que un niño murió asfixiado, mientras que otras 14 personas sufrían problemas respiratorios tras el ataque. El Observatorio, sin embargo, no confirmó el bombardeo con gas cloro.

Sin embargo, Mohamed Alloush, responsable de la facción rebelde del Ejército del Islam, que se enfrenta contra las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, en Guta, aseguró a Efe que el "régimen bombardeó dos veces con gas cloro la localidad de Al Shifunia y murió un niño".

En una imagen difundida por Alloush en su perfil de la red social Twitter y que no ha podido ser verificada por fuentes independientes, se muestra al menor fallecido, con la cara al descubierto, envuelto en una tela en la que pone "25 de febrero de 2018, Al Shifunia. Murió por gas cloro".

Según la Defensa Civil Siria, que lleva a cabo labores de rescate en zonas fuera del control del Gobierno, "tres miembros" de ese equipo de voluntarios también han sufrido "síntomas de ahogo mientras evacuaban" a las víctimas en la localidad de Guta, asediada desde hace años por Damasco.

El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, defendió ayer por su parte que los países occidentales no deben "cruzar los brazos" si emergen pruebas sólidas sobre nuevos ataques químicos en Siria.

La ONU informó de que investiga el presunto uso de bombas de gas de cloro en las localidades sirias de Saraqueb y Duma.