TTIA duda sobre sus inversiones en la ciudad tras el desacuerdo con la estiba
El sector fuerza la marcha del 'Hanjin Casablanca' sin descargar los primeros teus en la nueva terminal algecireña · Los portuarios insisten en que el muelle no es automático y exigen que se cumpla el convenio
La primera escala oficial en Total Terminal International Algeciras (TTIA) pasó ayer de largo por Isla Verde Exterior. La falta de acuerdo entre la Sociedad de Estiba y Desestiba del puerto de Algeciras-La Línea (Marapie) sobre el número y especialidad de los trabajadores que operarían en el estreno de la terminal con el Hanjin Casablanca obligó ayer a la filial española de Hanjin Shipping a llegar al extremo de anular la primera descarga de contenedores prevista y dejar ir el buque a Hamburgo, su siguiente escala.
La compañía aseguró en un comunicado oficial que esta situación "pone en serias dudas la inversión presente y especialmente futura (fase B), obstaculizando la oportunidad de nuevas inversiones en zonas de actividades logísticas e industrias transformadoras, con la consecuente merma en la expectativa de creación de empleo".
El conflicto reside en el modelo semiautomatizado de la nueva terminal, que prácticamente no precisa personal en el patio de contenedores. Sin embargo, los estibadores mantienen que el trabajo en el muelle es igual en TTIA que en APM-Terminals, por lo que consideran que el número de nombramientos debe ser el mismo para cumplir con el convenio colectivo del sector firmado en 2008 con vigencia hasta 2017. "Si cedemos con Hanjin, en poco tiempo Maersk pediría la reducción de los equipos y el final sería una regulación de empleo", declaró el coordinador andaluz del Sindicato Estatal de Trabajadores del Mar Coordinadora, Ildefonso Garnica, que indicó que "no estamos dispuestos a aguantar una actitud chulesca y dictatorial de una empresa que quiere importar condiciones de trabajo de Corea" y que, para el sindicato, supone una "competencia desleal" tanto a APM-Terminals como a otros puertos del Mediterráneo.
TTIA defendió que la empresa había presentado a los sindicatos el modelo operativo y la composición de los equipos de trabajo en varios encuentros celebrados desde el pasado mes de febrero de 2009 y que, a menos de una semana del inicio de la actividad, encontró el rechazo del sector, "que cuestiona un modelo operativo simple y fiable, que redunda en la eficiencia y en la seguridad de las operaciones".
El presidente del comité de empresa de Marapie, Carlos Mejías, explicó que las negociaciones se estaban encaminando a primeras horas de la mañana de ayer, cuando los portuarios estaban dispuestos a desbloquear el inicio de la actividad al aceptar una propuesta de la empresa que pretendía reducir en un 25% la mano -grupo de trabajadores- para desestibar el Hanjin Casablanca, basándose en la automatización del patio de la terminal, que precisa menos personal para funcionar. Esta propuesta también preveía dos o tres meses de rodaje del sistema para ajustar la plantilla a las necesidades reales de la nueva tecnología aplicada al nuevo sistema y al volumen de trabajo de la terminal.
Sin embargo, Mejías contó que "una orden desde Corea" mandó a la filial española de Hanjin Shipping a retirar la propuesta y a imponer un grupo de trabajo de 11 personas -seis menos de los que los estibadores estaban dispuestos a aceptar- compuesto por un capataz, dos operarios de grúas portainer, dos de shuttle carriers, cinco peones de a bordo y un amantero -director de maniobras-. Número que no aceptaban y que llevó a los portuarios a negarse a trabajar, hasta el extremo de dejar partir el ansiado inicio de la actividad en la terminal pública de TTIA.
El Hanjin Casablanca atracó en el muelle de Isla Verde Exterior a las 18:27, ayudado por dos remolcadores, y apenas una hora y media más tarde, la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA) anunció su marcha, con los 82 contenedores que pretendía dejar en la ciudad. Las previsiones de la compañía eran recoger estos contenedores el viernes con otro mercante feeder -que previsiblemente deberá anularse-, y traer la próxima semana una carga mayor, de unos 400 teus, a bordo del Hanjin Gothenburg, del servicio MD-3 que navega ya cerca de Marsella de camino a Algeciras con el objetivo de cubrir la ruta hasta Oriente. De esta manera, se iría aumentando el volumen de trabajo hasta el día de la inauguración oficial, que estaba prevista para mediados del mes de julio. El presidente de la APBA, Manuel Morón, confió en que el conflicto no se demore y este segundo barco pueda descargar en la ciudad. "Si no hay acuerdo, deberá hacerlo en cualquier otro puerto porque el barco ya está en camino", contó.
"Hicimos un esfuerzo para firmar un convenio colectivo que fue avalado por todo el mundo, por el alcalde, por las empresas, por Morón, y un año más tarde no se quiere aplicar. No lo entendemos", replicó Garnica, que pidió a las administraciones que se implicaran en la solución del conflicto.
Las negociaciones entre la empresa y Marapie continuarán hoy con el objetivo de desbloquear cuanto antes la materialización de las nuevas oportunidades para negocio del transporte marítimo en la ampliación del puerto de Algeciras, aunque un nuevo anuncio de huelga general del sector de la estiba por la reforma de la Ley de Puertos enturbia aún más la difícil situación.
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