El 'New Flame' se hace invisible al cortarse las partes emergidas
El rescate del buque chatarrero
La grúa 'Taklift 6' retira 24 horas después todo el puente que sobresale · Posteriormente se lleva los restos hasta el puerto de Gibraltar y hoy está previsto que se envíen a unos astilleros para desmontarlos
De todas las labores realizadas al New Flame la de ayer fue la más evidente. Las cadenas de la grúa flotante del Taklift 6 recuperaron de las aguas, y tras largas horas de brega con el metal, toda la parte del puente del chatarrero haciendo desaparecer la única zona que aún quedaba visible del barco. La chimenea del buque ha sido desde la colisión el referente que marcaba el hundimiento progresivo del cada vez más deteriorado pecio.
Pasadas las tres de la tarde, unas 24 horas después de comenzarse los preparativos finales para arrancar el puente del casco, los dos ganchos en los que culminaba la potente grúa elevaron muy lentamente lo seccionado hasta hacerlo emerger totalmente de las aguas. El ruido que provocaba la fricción de las cadenas que cortaban el metal, y que era apreciable de forma intermitente desde ayer, se fue haciendo más continuo hasta que el sonido se extinguió y apareció la mole metálica que quedó colgando de la grúa del Taklift. La zona recuperada es todo el puente del barco que se encuentra en la cubierta, incluyendo los camarotes y la chimenea.
Posteriormente quedó colgada la pieza arrancada, la herramienta encargada de elevarla fue la misma grúa -con una fuerza capaz de levantar más de 1.200 toneladas- que cortó el casco.
Horas más tarde se empezó a trasladar el bloque hasta el puerto de Gibraltar. El oleaje en la zona hacía pensar en que se suspendería el traslado hasta las instalaciones portuarias gibraltareñas, aunque no así la recuperación. La Autoridad Portuaria de Gibraltar comunicó que los encargados de las operaciones querían terminar con el trabajo a pesar del aparente tiempo desfavorable. Finalmente decidieron y lograron llevarla a puerto. El gran bloque será seccionado en trozos más pequeños en el astillero local de Cammell Laird para facilitar su traslado hasta Portugal, donde será vendido como chatarra a un distribuidor. El proceso para hacerlo más manejable puede ser largo. Se especula que puede durar incluso meses hasta que queden totalmente finalizados estos trabajos. Hasta el país luso fueron a parar también las toneladas de chatarra que por ahora se han recogido.
Aunque el corte definitivo se dio ayer la operación se inició el pasado sábado. Entonces el Taklift 6 se colocó junto al accidentado y delante del Bigfoot 1 donde se instaló una cadena hasta la grúa. Durante toda esa jornada se eliminó el mástil de radares y partes del puente que sobresalía por la izquierda. Las piezas cortadas fueron depositadas en la barcaza gigante. Cinco días después, y tras interrumpir los trabajos a causa del tiempo, se dio por finalizado una de las fases importantes del nuevo plan de rescate.
Los ecologistas hablaron de peligro de vertidos al realizar los trabajos de corte de partes del barco. El aceite residual en los tanques y en la sala de máquinas podría escaparse una vez se arrancara el bloque de la cubierta. A lo largo de la operación, varios remolcadores y buques de apoyo eran los encargados de ir limpiando las pequeñas cantidades de líquidos. El Union Beaver y el Mistral hacían paseos y rodeaban continuamente la zona, acercándose hasta la barcaza y la grúa. La Autoridad Portuaria de Gibraltar también puso a disposición de la operación un equipo de contingencia de vertidos que estaba listo para desplegar sus medios de forma urgente en caso de ser necesario. Además una embarcación de Salvamento Marítimo español también estuvo presente a una milla de Punta Europa y se dejó ver en varios momentos del rescate.
La operación logró con éxito eliminar aquello que se apreciaba y que hacía nombrar al buque de bandera panameña como semihundido. Ya no queda nada del New Flame fuera del agua. El equipo de rescate logró ayer uno de los progresos más importantes aunque a la embarcación le queda mucho tiempo y trabajo para desaparecer por completo de las aguas de la Bahía de Algeciras ya que aún queda la mayor parte del buque, toda la que está sumergida, y que se encuentra a unos 20 metros de profundidad, casi en la misma situación y posición inicial. El resto del barco pertenece a las bodegas y al casco propiamente dicho y se encuentra ahora totalmente liberado de aquello que soportaba.
La intención de la empresa para recuperar lo que queda es utilizar una estrategia similar de rescate cortando con las cadenas y elevándolo con la misma grúa que intervino ayer. Con esto se pretende cortar en trozos manejables de la misma manera que se ha hecho con el puente. La profundidad y las mareas complicará este objetivo en la que los buzos tendrán una gran importancia al igual que la tuvieron en la recuperación de las toneladas de chatarra sustraída cuando tuvieron que cortar parte del casco de las bodegas para que los brazos del Bigfoot 1 accedieran a alcanzar la carga. En estas labores también se recuperó parte del casco. Cuando se pretenda recuperar el pecio también extraerán el resto de la chatarra que son un total de 10.000 toneladas que aún quedan pegadas a las paredes por efecto del óxido y que, según el Gobierno gibraltareño, no se pudo recuperar con el resto de las piezas.
Fuentes del Gobierno de Gibraltar aseguraron a Europa Sur que la empresa continuará con los trabajos de rescate aunque no quiso hacer ningún tipo de declaraciones con respecto a la fase que tuvo lugar ayer.
Para el día del aniversario -12 de agosto- no podrá haber imágenes del New Flame, ya que lo que conocíamos de éste desapareció tras cinco días en los que parece haberse hecho más que en casi un año de rescate.
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