Mariscadores denuncian que tras la erizada de Cádiz se intensifica la vigilancia

Un grupo de varios mariscadores -sin licencia-, acudieron ayer al Consistorio tarifeño para demandar el apoyo del alcalde y del equipo de gobierno porque entienden que, tras celebrarse la erizada de Cádiz, ha "regresado el celo y protección de la Guardia Civil". Y es que los mariscadores sostienen que la Guardia Civil relajó sus funciones de vigilancia en la cuestión del marisqueo para favorecer la extracción de erizos en la costa tarifeña con la Erizada de Cádiz como destino.

Francisco Javier Rodríguez, erigido portavoz de los mariscadores, acompañado por otros tantos criticó el desamparo institucional ante "una grave situación que es ya desesperante. Son muchas familias las que no tienen para alimentar a sus hijos y nadie hace nada por ayudarnos. Se nos promete muchas cosas pero pasan los días y no vemos nada", insistía el mariscador que exigía de la primera autoridad municipal un compromiso firme en defensa de los intereses de numerosas familias.

En días pasados, la Guardia Civil interpuso, según el mariscador, al menos nueve denuncias. Lamentaba que en muchas ocasiones las multas son de 500 euros, mucho más dinero del que cualquier mariscador puede ganar en un mes.

Los ánimos se calentaron y ante la negativa del alcalde a recibir al grupo se escucharon algunos insultos que la concejal de Asuntos Sociales (PA), Teresa Vaca, diluyó conversando con el grupo. Les transmitió la decisión del equipo de gobierno de buscar una "solución efectiva al problema", reconociendo que no se trata de un trámite veloz. Teresa Vaca apuntó al compromiso que adoptó el alcalde semanas atrás de instalar un Centro de Expedición de Moluscos para facilitar la labor a los mariscadores y ayudar así a regularizar la actividad del sector en la localidad.