Llano Amarillo, de la pesca al 'parking'

El 5 de julio, una vez salgan los feriantes y los vehículos que aparcan allí cada día, deberá ser un espacio diáfano. Como todos los años desde la década de los 70, deberá estar dispuesto para acoger posibles aglomeraciones de viajeros a la espera de embarcar hacia la otra orilla. Su uso en aquellos años fue casi espontáneo ante la necesidad de habilitar un espacio como área de espera de los emigrantes magrebíes que volvían a casa en verano. Hoy forma parte de un dispositivo nacional de Protección Civil, tan rodado y profesional que casi pasa desapercibido. Pero el Llano Amarillo, antes que aparcamiento y área de preembarque, tuvo su uso en la pesca.

El historiador local Antonio Torremocha se hace eco en su último libro El puerto de Algeciras, 3000 años de historia del proyecto que llevó a la construcción de la famosa explanada del centro de Algeciras. En 1966, la dársena pesquera se quedaba pequeña para la descarga del pescado que traía la flota local. Así, el 10 de febrero de 1966 la Dirección General de Puertos y Señales Marítimas autorizó a la entonces Junta de Obras del Puerto de Algeciras la redacción del Plan de ordenación de la dársena pesquera, proyecto en el que se incluían el dragado de dicha dársena y la ampliación de los muelles para habilitar nuevas líneas de atraque y racionalizar las actividades que se desarrollaban en aquel espacio relacionadas con el desembarco, la preparación, la venta y la carga y exportación de pescado.

En el mes de septiembre se redactó un primer proyecto de nuevos muelles y dragado de la dársena pesquera que fue devuelto por la Superioridad para que le hicieran determinadas modificaciones. Fue reformado y suscrito de manera definitiva el 11 de febrero de 1967.

Pero lo que pretendía ser un nuevo dique para la pesca, resultó más económico el relleno. Así lo cuentan los corrillos portuarios de quienes vivieron aquella época en la Administración portuaria y la reordenación de la dársena pesquera quedó en un muelle de ribera en el litoral que cerraba por el Oeste la dársena, con lo que se duplicarían las líneas de atraque, se ampliaría la superfi cie que lindaba con el Paseo Marítimo y se habilitaría una gran y abrigada dársena destinada a barcos de pesca. Además, en aquella época se instaló la verja de separación entre el espacio ganado al mar y el Paseo Marítimo.

La obra fue adjudicada a Dragados y Construcciones en 1967 por 109.477.284,22 pesetas, aunque las obras no terminaron hasta 1971. Según recuerda Torremocha, las obras de urbanización y embellecimiento entre el muelle de la Galera, la antigua Marina y el Paseo Marítimo terminaron en 1973 con la construcción de una fuente y jardines en la Plaza de la Marina.

Los vecinos dieron a llamar esa ampliación Llano Amarillo por el color del albero con el que se cubrieron los rellenos. Al poco tiempo, ante las primeras avalanchas de viajeros que buscaban cruzar el Estrecho y la falta de una flota adecuada a las millones de personas que se dirigían a Algeciras, el Llano pasó sin querer de pesquero a zona de preembarque. Recuerda Torremocha que, en los primeros años, los viajeros pudieron llegar a esperar tres días para embarcar. Nada comparado con los embarques continuos que se están dando en los últimos años.

Durante las últimas ediciones de la Operación Paso del Estrecho -que se instauró como plan especial por la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior en 1986- el Llano Amarillo se ha usado como área de preembarque en contadas ocasiones y casi durante horas, por retrasos puntuales o temporales que incidían en la flota. Ese espacio diáfano, a falta de aparcamientos en el centro de Algeciras y el descenso de viajeros registrado cada año, suele incomodar a los vecinos. Sin embargo, la seguridad de saber que hay 17.000 plazas de área de preembarque en esta zona en origen pesquera junto a otras parcelas en Los Barrios y Tarifa, permite saber que la OPE seguirá pasando casi inadvertida por la ciudad.