Una lucha que empezó en los años sesenta
Bajo su periodo de gestión como concejal, se crea el departamento de Servicios Sociales
El nombre de María Luisa Escribano está inequívocamente unido al del movimiento asociativo en la ciudad de La Línea. Escribano, maestra especialista en pedagogía terapéutica, audición y lenguaje, ha centrado su vida en la dedicación educativa y social por los colectivos más desfavorecidos y vulnerables desde su graduación universitaria (1966), con Asansull como máximo exponente.
Asansull plantó sus primeras semillas en La Línea en mayo de 1970, con la entrada en funcionamiento del colegio de educación especial Virgen del Amparo del que fue directora desde su inauguración hasta 1990. Entre 1982 y 1987 formó parte de la ponencia provincial de educación especial como coordinadora para el Campo de Gibraltar en los asuntos de integración de alumnos con necesidades educativas especiales y formando parte del equipo redactor del primer currículo de educación especial para la provincia de Cádiz.
De 1987 a 1990 fue concejal del Ayuntamiento de La Línea, gestionando las áreas de Salud y Bienestar Social. Bajo su gestión se puso en marcha el departamento y servicio municipal de Asuntos Sociales. Su trabajo a favor de las personas con discapacidad y más desfavorecidas ha hecho que sea merecedora de un dilatado reconocimiento social a lo largo de su vida, como la Cruz de Alfonso X El Sabio que le fue concedida por el Ministerio de Educación en 1984; el reconocimiento honorífico del Ayuntamiento de La Línea en 1995 con motivo de la celebración del XXV aniversario de la fundación de Asansull y una residencia para personas con discapacidad intelectual que lleva su nombre en Puerto Real. En 2007 la Diputación Provincial de Cádiz le concedió la Placa de Oro por su labor y trayectoria a favor de las personas con discapacidad, mientras que la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar le concedió la Medalla de Oro en 2010.
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