Una familia de Vitoria denuncia un supuesto caso de bebé robado

Una familia de Vitoria ha denunciado el caso de uno de sus miembros que falleció en 1962 en el hospital de La Línea pues considera que puede formar parte de la supuesta trata de venta de bebés que se llevó a cabo en este centro sanitario durante el franquismo.

B. P., portavoz de la familia, explicó a Europa Sur que sus padres se mudaron desde Vitoria a La Línea de la Concepción a finales de la década de los 50 ya que su padre trabajaba para el Banco de España y fue destinado a esta ciudad. Durante el viaje, que realizaron con sus dos hijos, hembra y varón, perdieron a este último, que tan solo contaba cinco meses, por enfermedad.

Una vez ya instalados en La Línea nació B. P. en 1959 y fue tres años más tarde, en octubre de 1962 cuando su madre tuvo un hijo varón en el hospital bajo la asistencia de uno de los ginecólogos, cuyo nombre está relacionado a otros casos de supuestos bebés robados, lo cuáles están en manos de la Fiscalía.

Esta familia recuerda que sus padres les contaron que el niño nació vivo y que la matrona "se lo enseñó a mi madre y le dijo que era un niño precioso, que lo iba a pasear por todo el hospital para que la gente lo viera". El padre del pequeño no lo vio en ese momento. Según cuenta B. P., tan solo horas más tarde se le comunicó a sus padres que el niño había fallecido "sin que recibieran ningún tipo de explicación, ni se les dijera la causa de la muerte". De hecho, el cabeza de familia tuvo que insistir para que le mostraran el cuerpo sin vida de su hijo, lo cual al final consiguió. Era la primera vez que este lo veía pero la madre, a la que sí se le había mostrado después del parto, no volvió a verlo.

Como en otros casos, el hospital se encargó del entierro y supuestamente los restos del niño yacían en una tumba en el cementerio municipal de San José, de la que hasta la familia en Vitoria tenía una foto guardada. Sin embargo, algunos miembros de esta familia se desplazaron la semana pasada hasta La Línea y comprobaron que en el registro del camposanto no consta que se realizara dicho entierro, que en la ficha de ingreso hospitalario de su madre no se especifica el motivo del mismo y que en el legajo de aborto "no se entiende bien qué es lo pone, solo una palabra, enfisema, pero no el resto". "Sabemos que si está vivo no lo vamos a encontrar pero esperamos que estas cosas no vuelvan a pasar más", apuntó la portavoz de la familia.