Dos madres cambian la imagen de la guardería Santísima Trinidad

Dos madres de alumnos de la Escuela Infantil Santísima Trinidad, situada en la barriada Sagrado Corazón, son las responsables de que esta guardería presente una imagen decente en el inicio del actual curso escolar. Basándose en la teoría de las ventanas rotas -sostiene que cuando un edificio muestra una ventana rota y no se arregla pronto el resto de ventanas acaban destrozadas por otras personas- iniciaron una campaña para que el entorno de este centro público fuera adecentado. De tener a su alrededor contenedores de basura y hasta un corral y un tendedero ahora muestra una imagen más acorde para su uso.

El primer paso que dieron estas madres fue dirigirse al alcalde de La Línea, Juan Franco, para pedirle que interviniera un equipo de poda y otro de limpieza. Los trabajadores de estas delegaciones se pusieron manos a la obra y podaron los árboles y limpiaron todo el entorno de la guardería.

Las madres hablaron con la familia que tenía instalado un corral y un tendedero junto a la entrada del centro. También solicitaron a la Mancomunidad que colocase en otro lugar los contenedores de papel y vidrio, ya que en algunas ocasiones había cristales rotos en la acera. Una vez que la fachada y sus alrededores estaban despejados el siguiente paso era pintar la fachada y rotularla, ya que hasta entonces era de ladrillo y cemento. Una de las madres impulsoras de esta idea diseñó la imagen del centro, que fue supervisada por su directora. La rotulación exterior, con varios colores, también contó con el visto bueno de la dirección.

En la labor de plasmar en la fachada de la guardería la nueva imagen colaboraron la Inmobiliaria Gico, el mesón Virgen de la Luz y la heladería El Gulus, que sufragaron los gastos de la pintura y el pintor. "Celestino fue el encargado de cambiar los muros ajados por relucientes muros blancos", destacan las madres del centro escolar.

Los pilares de la fachada de la guardería presentan imágenes llenas de color. "Queríamos que cada pilar transmitiera nuestra filosofía sobre educación y valores como la igualdad, el cuidado por el entorno, el amor y respeto por la naturaleza y la fauna, el crecimiento personal, el esfuerzo, la solidaridad... Temas transversales vitales para tener un buen currículo", explican. Así, las dos madres dibujaron uno a uno cada pilar para conseguir el efecto deseado: que destacara el centro y su actividad, la educación infantil.

Los padres del resto de alumnos del centro agradecen a los vecinos de la zona el apoyo y cuidado durante la reforma y en la actualidad. "La educación comienza en la familia, y no hay nada más hermoso que comprobar la implicación de ésta en el sistema educativo. Es tanto lo conseguido, no material sino emocial... La cara de nuestros peques al entrar en su centro lo dice todo. Este movimiento ha generado una actitud de mejora y cambio", destacan las madres de los pequeños.