'Republiquita de La Línea': los diarios de Ramírez Galuzo

CIUDAD AUTÓNOMA

"Nosotros, nuestra Línea, desamparada de todos los gobiernos de España desde que nacimos, tiene derecho sobrado para tomarse la justicia por su mano", escribía Luis Ramírez Galuzo a comienzos del XX

Un siglo más tarde, Juan Franco ha rescatado aquel anhelo de autonomía de uno de los primeros alcaldes linenses

Panorámica de La  Línea  de la  Concepción, con el  Peñón al fondo.
Panorámica de La Línea de la Concepción, con el Peñón al fondo. / Paco Guerrero

Los anhelos de independencia de La Línea nacen desde el mismo momento de su fundación, cuando solo era una línea de contravalación -de ahí su nombre-, un atrincheramiento del ejército español tras la toma de Gibraltar por los ingleses. A partir de 1735, comerciantes y artesanos merodeaban las cercanías de esa raya defensiva al calor del negocio: alguien tenía que abastecer a los militares y sus familias, establecidos allí de manera temporal. Aquel istmo fronterizo era, literalmente, tierra de nadie.

A comienzos del siglo XIX, las tropas napoleónicas llegaron al Campo de Gibraltar y, de la noche a la mañana, el enemigo se convirtió en aliado: España firmó un pacto con Inglaterra para defender sus territorios durante la Guerra de la Independencia. Fruto de aquello, accedió a que el jefe de ingenieros en la guarnición de Gibraltar derribase las fortificaciones de La Línea. La voladura se produjo en 1810.

Desde la capital del reino, poco se preocupaban por el devenir del istmo

Con la desaparición de la frontera física, el número de comerciantes, buscavidas y oportunistas aumentó. Alguien tenía que abastecer a la colonia británica y no solo de alimentos, también de diversión: un negocio aún más lucrativo que el de proveer al puñado de militares que vigilaban la Línea de Contravalación. De nuevo, aquella frontera era tierra de nadie. Y, desde la capital del Reino, poco se preocupaban por el devenir del istmo.

Juan Franco, actual alcalde de La Línea, partidario de la autonomía de la ciudad
Juan Franco, actual alcalde de La Línea, partidario de la autonomía de la ciudad / Andrés Carrasco

Segregación de San Roque

Aquellos negociantes decidieron que la nueva población nada tenía que ver con la vecina San Roque, controlada por militares, terratenientes y aristócratas. Tampoco con Algeciras. El caos les beneficiaba porque siempre se dijo que, a mar revuelto, ganancia de pescadores. Y en La Línea, por su singular situación geográfica, siempre hubo mucho que ganar a poco que la autoridad hiciera la vista gorda.

En 1870, los 300 habitantes de La Línea consiguieron segregarse del ordenado Ayuntamiento de San Roque. Lutgardo López Muñoz fue elegido alcalde provisional por los vecinos, el primero en la historia del moderno municipio.

En La Línea, por su singular situación geográfica, siempre hubo mucho que ganar a poco que la autoridad hiciera la vista gorda

Entre tanto, Madrid ardía, políticamente y económicamente. Un Gobierno provisional intentaba, en vano, controlar las riendas del país tras el triunfo de la Revolución Gloriosa, que acabó con el reinado de Isabel II. Aquel levantamiento de 1868 se inició, precisamente, en Cádiz, “puesta en armas con toda su provincia”. Para colmo del descalabro, ese mismo año estallaba la insurrección en Cuba. En 1873, se proclamó la efímera y desastrosa Primera República Española. Algeciras sacó tajada de la coyuntura para proclamarse como un cantón independiente aprovechando el desconcierto del Gobierno central.

Una panorámica de la ciudad de La Línea
Una panorámica de la ciudad de La Línea

Los diarios de Ramírez Galuzo

La Línea seguía con atención aquellos ruinosos acontecimientos, los cuales únicamente acrecentaban sus deseos de autonomía. Luis Ramírez Galuzo (1841-1927), un rico y próspero comerciante linense, era uno de aquellos testigos. Junto a Lutgardo López Muñoz, luchó por la segregación del municipio. También él llegó a la alcaldía, por primera vez, en 1872, aunque repitió en el cargo en diversas ocasiones. Como curiosidad, era tal su fortuna, que construyó, en uno de sus terrenos, un circo donde celebrar “espectáculos acrobáticos, ecuestres y taurinos”.

Ramírez Galuzo se enriquecía a través de negocios diversos. En el Anuario del comercio de la industria, de la magistratura y de la administración del año 1900, figura como vendedor de bebidas gaseosas de la empresa Earle Comp. y relacionado con una fábrica de licores. En 1907, en el Boletín de la industria y comercio del papel, se cuenta que se le ha concedido una patente de "botes cilíndricos de cartón cuero de diversos tamaños para el envase de pinturas de todas clases".

"Conseguir para nuestra querida Línea una Republiquita en todo nuestro modesto término como Andorra”

Los diarios de Ramírez Galuzo son hoy un faro para todos aquellos que defienden la declaración de La Línea como ciudad autónoma. Escribía el alcalde y empresario: “Conseguir para nuestra querida Línea precisamente o Depósito Franco -lugares donde se pueden almacenar por tiempo ilimitado, transformar y distribuir mercancías, sin la aplicación de aranceles, gravámenes ni impuestos- o establecer la Aduana en el Príncipe Alfonso o una Republiquita en todo nuestro modesto término como Andorra”. Precisamente, en 1894, Ramírez Galuzo viaja a Madrid, en compañía del alcalde, como representante comercial para rehabilitar la aduana de La Línea, uno de sus caballos de batalla.

En otra página de sus diarios, reflexionaba el inquieto empresario: “Todos nuestros gobiernos tienen decretada nuestra sentencia de muerte y hay que ser muy cauto, muy cauto y discreto para defendernos y salvar la malísima intención de tantos egoístas enemigos”. Añadía el linense que “tenía la alegría” de haber recibido toda clase de insultos, ofensas y perjuicios “sin ninguna represalia”.

Uno de los diarios de Luis Ramírez Galuzo
Uno de los diarios de Luis Ramírez Galuzo

Tomarse la justicia por su mano

Retrato de Luis Ramírez Galuzo
Retrato de Luis Ramírez Galuzo

“Los pueblos a quienes no se le hace justicia, se la toman por su mano aprovechando la primera ocasión. Nosotros, nuestra Línea, desamparada de todos los gobiernos de España desde que nacimos. Deshonrada y perseguida siempre por la desigual Algeciras, tiene derecho sobrado y razón para tomarse la justicia por su mano, aprovechando la primera ocasión política que llegue”, vaticinaba Ramírez Galuzo, adelantándose un siglo a los movimientos autonomistas de Juan Franco, actual alcalde de La Línea, quien arrasó en las últimas elecciones municipales con su partido localista Línea 100x100.

En su programa, Franco incluía la declaración del municipio campogibraltareño como ciudad autónoma, a la manera de Ceuta o Melilla, con un régimen fiscal especial. Y en esa batalla continúa, a pesar de la reciente negativa del Gobierno a convocar un referéndum, para él, “una propuesta irrenunciable” para una ciudad de 60.000 habitantes y un 30% de paro, con la menor esperanza de vida de todo el país, donde 11.000 de sus vecinos cruzan a diario la frontera para trabajar en el Peñón y donde cada año se quedan sin cubrir plazas de maestros, médicos, policías y guardia civiles que rechazan vivir en la "planicie de subdesarrollo", tal y como definió Josep Borrell, donde la sombra del narcotráfico es alargada.

Cuando Luis Ramírez Galuzo escribía sus diarios, al menos La Línea -concretamente, Campamento- contaba con el lujoso hotel Príncipe Alfonso para inspirarse y tomar un café, aunque su sala más visitada era el casino. Después de que Primo de Rivera prohibiera el juego en 1923, el casino del Príncipe Alfonso fue el primero en cerrar de toda España. Luego, el hotel comenzó a decaer. De aquel señorial edificio ya no queda absolutamente nada. Ni los cimientos.

Dijo un relevante político de nuestro país que "los inventos, con gaseosa y en casa". Esa misma gaseosa que comercializaba Ramírez Galuzo. Sin embargo, para Juan Franco la consulta popular para convertir el término municipal en una ciudad autónoma no es ningún experimento ni ningún capricho. Tomando el relevo de los fundadores de La Línea, asegura que llegará "hasta donde haga falta" por conseguirlo.

stats