Paco Navarro, héroe por un día

Un socorrista del Club Náutico Linense se convirtió el domingo en el héroe anónimo de las víctimas de un accidente de tráfico, a las que evaluó y cuidó hasta la llegada de los servicios sanitarios. Anónimo hasta hoy, porque se llama Francisco Andrés Navarro Delgado, conocido como Paco y tiene 28 años.

Quienes le conocen indican que es una de esas personas a las que se le activa un chip de supervivencia cuando las cosas no van bien. El pasado domingo tuvo la oportunidad de demostrarlo cuando, estando en su puesto de trabajo en la piscina del Club Náutico, oyó un ruido. "Era un estruendo muy fuerte contra las señales de tráfico, y en seguida supe que algo iba mal", contó el socorrista.

Salió corriendo y se acercó al lugar del accidente, donde aplicó su instinto y los conocimientos de los que dispone de manera automática. "Lo primero que vi fue una sillita de bebé en el coche y me temí lo peor. Pero tras comprobar que éste estaba en brazos de su madre y en perfectas condiciones, automáticamente pasé al siguiente nivel", relató el héroe. En ese siguiente estadio de encontró una situación peor. Había una mujer con una fractura en el cráneo de la que emanaba sangre, lo que había ocasionado un enorme charco en el suelo. "En ese caso había que taponar la herida, colocarla en posición de seguridad, evitar su ahogamiento y sobre todo, evitar que se quedara dormida", indicó.

Paco supo mantener la mente fría para hacer lo que tenía que hacer, de manera espontánea, incluso automática, hasta que llegaron tanto los miembros del cuerpo policial como los servicios sanitarios, que estabilizaron a la víctima y procedieron a su traslado al hospital.

La jefatura de la Policía Local dio cuenta ayer de este suceso en su reporte de actuaciones del fin de semana. Relató que hubo un atropello el domingo, alrededor de las 12.30, en la avenida del Ejército, a la altura del Hotel Asur. Un vehículo de la marca Skoda invadió el acerado ocasionando heridas a dos personas a las que atropelló y también la caída de tres señales de tráfico. Cuando los agentes llegaron, las dos personas estaban siendo atendidas por testigos y, especialmente, por un socorrista del Club Náutico. El conductor explicó que perdió el control del vehículo. Los heridos fueron trasladados al hospital, se levantó el correspondiente atestado y los bomberos limpiaron la calzada.

Así Paco ha pasado de ser el socorrista del Club Náutico Linense a un héroe, aunque él no quiera reconocerse así. "Sólo hice lo que hubiera hecho cualquiera en mi situación", indicó, humilde, aunque todos sabemos que eso no es así.