La Línea y Cádiz lloran al padre Valentín, religioso marianista y profesor

Cádiz y La Línea, especialmente La Atunara, están desde ayer más tristes tras conocerse el fallecimiento del padre Valentín Hernández Roy, sacerdote marianista unido durante décadas a la capital pero afincado en la localidad linense desde hace unos ocho años.

El Obispado confirmó que el sacerdote, por cuya alma se celebró ayer por la tarde una eucaristía en la parroquia del Carmen, donde prestaba sus servicios ministeriales, tenía 78 años. Hoy se celebrarán las exequias en el mismo lugar a partir de las 11:00 horas. Acto seguido, sus restos serán trasladados al panteón de los marianistas en el cementerio mancomunado de Chiclana.

Castellano nacido en 1934, el padre Valentín ingresó en la Compañía de María en 1951 y recibió el sacramento del orden sacerdotal en Friburgo (Suiza) en 1967. Era doctor en Matemáticas y licenciado en Teología. Vivió en Cádiz durante muchos años y realizó un gran apostolado como educador y sacerdote. Tenía un gran reconocimiento como profesor de matemáticas, asignatura que impartió a numerosas generaciones del colegio San Felipe Neri. Además, participó en la dirección y animación de los equipos de Nuestra Señora y de las Fraternidades Marianistas de Cádiz. Muy querido en la Diócesis, era una persona cercana, sencilla y muy culta.

La Atunara lloraba ayer al padre Valentín. El párroco del Carmen, Ignacio Zabala, explicó a este diario que falleció de forma tranquila, en la sede de la comunidad marianista de La Línea, donde residía. Aquejado de un problema cardíaco del que no podía ser intervenido, tenía una salud delicada. "Siempre se mostraba agradecido y feliz por los días que Dios le estaba regalando", dijo.

Zabala agregó que el padre Valentín seguía colaborando en la parroquia y en los equipos de Nuestra Señora de San Roque. "Aunque sus años de plena vitalidad los pasó en Cádiz, donde es mucho más conocido, para La Línea y en especial para la comunidad marianista y este barrio es una gran pérdida", puntualizó el párroco, quien añadió que el padre Valentín es el primer religioso de la comunidad marianista de La Línea que fallece desde su constitución en 1977. Por su parte, Javier Berraquero, hermano mayor de Cristo del Mar y religioso marianista, le recordaba emocionado: "Siempre estaba dispuesto a ayudar, desde un segundo plano porque el párroco es Ignacio. La gente le quería mucho. Él se encargaba de cerrar la iglesia. Era un gran conversador y un sabio", apuntó.