Avenida de España, puerta de La Línea (I)

LA avenida o carretera de España, principal vía de acceso de nuestra ciudad, constituye uno de los logros que más caros costaron a nuestros primeros ayuntamientos. Y no nos referimos con esto a su coste financiero (30.000 pesetas según su primer presupuesto aprobado el 25 de agosto de 1893) sino por los grandes quebraderos de cabeza e ingentes obstáculos que hubieron que salvar aquellos ayuntamientos para que los gobiernos de finales de siglo accedieran a su construcción. Si hoy nos parece absurdo, en aquellos años constituyó un auténtico pugilato entre el pueblo de La Línea y el gobierno de Madrid, que no solo negaba razones de índole militar para que se construyera, sino que se oponía ya por sistema para que La Línea alcanzara su madurez y desarrollo económico y social como municipio independiente del de San Roque, vamos a como ahora.

En 1908 el alcalde de La Línea dirige una exposición al gobierno de S.M. pidiendo la construcción de una carretera a San Roque, y el Periódico "el Día" se hace eco de ello y publica lo siguiente:

"El Alcalde Presidente del Ayuntamiento de La Línea, nos ha enviado con un atento B.L.M., que le agradecemos, la Exposición que dirigen al gobierno de S. M. el Ayuntamiento, el comercio, la industria y la propiedad de La Línea pidiendo la concesión de una carretera a San Roque. En ese amplio documento, el Sr. Ramírez Galuzo, primera autoridad de la citada villa y futuro amigo nuestro, expone la relación de los quebrantos y perjuicios a que viene el pueblo sometido desde hace muchos años, como si sobre esa localidad de 31.862 habitantes pesara una ley de excepción. Con ser muchas las verdades que en esa exposición aparecen, a nosotros se nos antoja que esta es la más importante de todas, porque ciertamente el pueblo de La Línea vive sometido no a una ley, sino a un régimen municipal de verdadera excepción, que tal vez no padezcan ninguno de los restantes ayuntamientos españoles. Muy justa es la petición del pueblo de La Línea, no sólo por las generales razones que la abonan, sino por otras de índole más particular, como la de ser ese pueblo, en relación con el de Gibraltar, no el "vestíbulo", como se dice en la Exposición, pero si la antesala de España. Rogamos al Señor Ministro de Fomento diputado a Cortes por este distrito, se digne tomarla en cuenta, aun cuando eliminando de su construcción al arrendatario de consumos de La Línea, vulgarmente conocido por el mote pintoresco de Doña Juana la Loca".

Su realización es un hecho digno de conmemorar y que tenemos que agradecer al diputado por este distrito don José Luis de Torres Beleña como así lo reconoció nuestra Corporación Municipal el 22 de julio de 1910, al nombrarlo hijo adoptivo de esta ciudad. Pues gracias a la gran preocupación que siempre mostró por los problemas de esta ciudad y el interés puesto en su solución, a cuya tenacidad y empeño es debida la promulgación en el citado año, de una ley aprobando el proyecto de construcción de la carretera que habría de unir a esta población con la de San Roque por Campamento, que concluida en 1916, tiene lugar su inauguración el 19 de julio con La bendición del puente "Príncipe Alfonso", sobre el río Cachón. Dicha inauguración se celebró con gran entusiasmo en la que asistieron las autoridades y el vecindario que aclamó repetidas veces a los Monarcas y al Príncipe Real. Asistieron también todos los niños de las escuelas y los exploradores, entre los que se repartieron tarjetas postales con los retratos de Rey y del Príncipe. Al descubrir la placa conmemorativa el Diputado del Distrito D. Jose Luis de Torres las músicas tocaron la marcha Real. Pronunciaron discursos el General Martí, los diputados Sres. Torres y conde del Rincón y el Alcalde de La Línea Sr. Ruiz. Fueron felicitados el Diputado Sr. Torres y el jefe de Obras públicas D. Enrique Martínez autor del Proyecto y el representante del Contratista D. Francisco Rendón.

Sería conveniente que las nuevas Corporaciones Municipales se acordaran de este gran Diputado por el Distrito de Algeciras, volviendo a ponerle su Calle y un busto en los Jardines Saccone.

Constituye esta carretera la satisfacción de una de las perentorias necesidades de la ciudad, por la que había venido luchando durante muchos años, ya que la falta de comunicaciones por caminos practicables, usaba la faja costera para su tráfico por medio de carruajes de tracción animal de la época, con grave perjuicio para todos los intereses locales

Según D. Jose Rivera Segovia, conductor de la celebre diligencia "La Veloz" de don Paco Fava en la época cuando el cartero Ariza marchaba en pos de ella en su caballo blanco para traernos la correspondencia desde la estación de San Roque, le contaba a Francisco Tornay en una entrevista para sus Radiografías linenses, en aquella época no existía ni la carretera, ni el puente sobre el río Cachón de Jimena, entonces un verdadero río, los carruajes de transportes y pasaje como "la Veloz", "la Española", "Madrileña", "Ligera" y el "Aguila", tenía que realizar verdaderas odiseas para transportar sus preciosas cargas de viajeros y mercancías a este pueblo.

Donde estaba el Hotel Príncipe Alfonso, que se inauguró en 1915, existió antes una pequeña casita de rojo tejado, y sobre el río un rudimentario puentecito de estacas y cañas, donde una viejecita cobraba cinco céntimos por el peaje, los carruajes y las bestias lo hacían por la orilla de la playa hasta llegar al espigón de San Felipe. Al pasar por el río Cachón con los carruajes y las bestias cuando venia subido o cuando un barrizal atascaban las ruedas se pasaban grandes apuros llegando incluso a que en muchas ocasiones se veían arriados en la otra margen durante varios días sin poder pasar, o en su lugar tenían que hacerlo a campo a través para penetrar por la calle Pedreras.

Desde Villa Riviera en los márgenes del río Cachón hasta la entrada de la "Colonia" había una casita del Consumo, el "Ventorrillo del Calvo", "Venta Eritaña" y "Las Delicias" y un lugar llamado "Escalereta". Y desde donde está el "Grupo Escolar Carlos V" la famosa acera de "Carmona" de cuarenta casas todas iguales y de una sola planta, que durante los días de temporal el mar rompía contra sus fachadas. También la "Cochera de la Veloz", Fábrica de Caramelos de Rapallo", la tienda de "José Ponce", bar "Pedro Torres", "Patio de Lima" y el "Huerto de Mondéjar".