Una joya de la botánica en Gibraltar
Los jardines de La Alameda, fundados el 14 de abril de 1816 por el gobernador George Don, cuentan en la actualidad con unas 1.900 especies de plantas autóctonas y de otras zonas del Mediterráneo
Gibraltar cuenta desde el 14 de abril de 1816 con una joya de la naturaleza: los jardines de La Alameda. Fundados a principios del siglo XIX a instancias del gobernador George Don, estos jardines nacieron con el objetivo de convertirse en un lugar de recreo para los residentes del Peñón.
Pocos saben que su creación no supuso gasto público alguno y que fue financiada con contribuciones voluntarias y el dinero recaudado en sorteos de lotería. Los jardines se asientan sobre Gran Parade, un terreno situado al sur de la ciudad que había sido un desierto de arena roja muy utilizada para la construcción. Además, durante los asedios, algunas zonas habían servido para cultivar verduras y hortalizas para alimentar a las tropas y otras, como cementerios.
De hecho, Grand Parade fue el centro de la actividad militar en Gibraltar durante más de cien años. El cambio de guardia se hacía ahí cada semana y era habitual la celebración de actos y ceremonias.
Durante largos años, este precioso enclave cumplió a rajatabla su propósito, pero en la década de los setenta del siglo XX comenzó una etapa de declive que dejó a los jardines en un lamentable estado.
No fue hasta 1991 cuando el Gobierno gibraltareño decidió contratar a una empresa especializada en gestión medioambiental, Wildlife, para restaurar el lugar y convertirlo en el jardín botánico que hoy día dirige John Cortés, de la Sociedad Ornitológica y de Historia Natural (Gonhs). Con una superficie de seis hectáreas, tiene una temperatura media anual de 18,2 grados centígrados.
Este proyecto gubernamental incluía la recuperación de los jardines como un lugar de esparcimiento para los gibraltareños y su transformación en una amalgama de plantas autóctonas y procedentes de distintas zonas del Mediterráneo.
La lista de plantas, que se actualiza todos los años, cuenta en la actualidad con unas 1.900 especies, subespecies, variedades, formas y cultivos. Más de 1.600 especies son cultivadas directamente en los jardines, cuya colección incluye plantas originarias de otros puntos del planeta. El aloe está especialmente bien representado en este lugar, ya que hay más de 170 especies y variedades.
El gran número de plantas y las características del clima en la colonia británica propician que haya flores durante todo el año, a pesar de que la eclosión suele concentrarse durante los meses de marzo, abril y mayo.
Pero los jardines botánicos no son sólo un increíble recorrido al aire libre, sino que cuentan con otros servicios que complementan la actividad principal. Así, hay una librería que contiene publicaciones y artículos periodísticos sobre historia natural y horticultura. Esta librería es una referencia constante para los jardines y la Gonhs.
Por otra parte, existe un pequeño parque animal que, además, sirve de refugio para aquellos ejemplares confiscados por el departamento de Aduanas y la Policía. Mientras resulta imposible devolverlos a la vida salvaje, reciben todos los cuidados necesarios. En este parque hay ejemplares de monos de Gibraltar -barbary macaques-, cacatúas, murciélagos, iguanas, loros, jabalíes, ovejas, perdices, ardillas, cuervos y tortugas.
En los jardines se encuentra también un busto en bronce del general George Elliot, que defendió Gibraltar durante el Gran Asedio (1779-1783). Este busto data de 1858, cuando sustituyó a una estatua del general. Por otra parte, hay una estatua que homenajea a Molly Bloom, el personaje de ficción que James Joyce convierte en Penélope en su particular Ulises. Según el libro del gran escritor irlandés, Molly nace en Gibraltar en 1870, hija del mayor Tweedy y Lunita Laredo. A diferencia de Penélope, Molly es la infiel esposa del personaje principal.
1991
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