Macarena Olona, la que fuese candidata de VOX a la presidencia de la Junta de Andalucía en las últimas elecciones, ha reaparecido ante los medios tras su anuncio de dejar la política por motivos de salud. 

Antes de comenzar la primera etapa de este recorrido, Macarena Olona ha comparecido para dar más explicaciones sobre su precipitada marcha de la actividad política y sus planes de futuro. Olona ha querido acallar los rumores que apuntaban a una enfermedad más grave para afirmar que sufre tiroides pero que "con una medicación adecuada se puede domar".

Sobre su relación con VOX, ha declarado que es buena y que para Santiago Abascal, líder de la formación, "solo tiene palabras de agradecimiento", aunque rehuye la pregunta sobre si su futuro estaría ligado al partido. Lo que si ha dejado claro es que quiere volver a la actividad pública, afirmando que "quiere volver a suda la camiseta pública", para lo que ha rechazado las ofertas de varias firmas privadas.

Ante la pregunta de qué mensaje le manda a los que quieren volver a escucharla, Olona responde que ella "siempre estará sirviendo a España". Además, ha pedido perdón a Andalucía, deseando que "su proyecto vital y profesional que pasaba por Andalucía no hubiese tenido que verse interrumpido de una manera tan abrupta"

En referencia a España y su reciente viaje a Latinoamérica para despedirse de su padre, Macarena Olona ha anunciado que la manera más inmediata que tiene de entregarse a Andalucía es "intentar trasladar nuestra Semana Santa" y el arte de los imagineros al atlántico, haciendo gala de su buena relación con varios países iberoamericanos, y ha afirmado que espera poder reunirse con imaginemos en el próximo mes de septiembre en Córdoba para "iniciar un proyecto" en el que espera "llevar esa marca Andalucía, esa marca España, con toda la fe a los países de Iberoamérica". 

Tras el fallecimiento de su padre en "circunstancias traumáticas", Olona hizo un llamamiento en sus redes sociales para todo aquel que quisiera acompañarla a recorrer el Camino de Santiago para cumplir una promesa que le hizo al Santo, ofreciéndose incluso a correr con los gastos si alguien quisiera acompañarla pero no pudiera por motivos económicos.