La propuesta de reforma de la PAC ha relegado a un segundo plano muchos de los problemas que arrastra el sector agropecuario, que sigue sin ver la recompensa al esfuerzo inversor y de modernización realizado en las explotaciones para adaptarse a los vaivenes de la Política Agrícola Común, cuyos tentáculos vuelven a extenderse sobre los agricultores y ganaderos de la provincia.

La propuesta presentada el pasado 12 de octubre por el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, es especialmente lesiva con los intereses del campo provincial, cuya productividad y diversidad chocan frontalmente con la nueva filosofía de PAC postulada por Bruselas, que se ha convertido en protagonista de la campaña electoral por los reiterados y firmes pronunciamientos de PSOE y PP contra la gran amenaza del sector.

Socialistas y populares, encabezados por sus respectivos candidatos a la Presidencia del Gobierno -Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy- anuncian una dura batalla en las instituciones comunitarias para dar la vuelta a la propuesta de reforma en la fase que ahora se inicia de negociación entre los Estados Miembros (EEMM) y, en su defecto, se comprometen a bloquearla.

Al margen del recelo de los agricultores hacia la posibilidad del veto, las organizaciones agrarias se congratulan de que por primera vez en campaña de las elecciones generales se hable de campo en todo el territorio nacional y que los partidos se acuerden del sector para convertirlo en objetivo prioritario de sus políticas para la próxima legislatura, aunque como en la que está a punto de expirar, las promesas terminen olvidadas en un cajón.

Lo que para Coag ha sido una legislatura discreta, Asaja la califica de desastrosa. En el balance de los últimos cuatro años, ambas organizaciones agrarias aluden al incumplimiento de la inmensa mayoría de los compromisos adquiridos por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la reunión celebrada el pasado 28 de diciembre, entre ellos el reconocimiento de la agricultura como sector estratégico y una financiación especial para el campo.

Coag prefiere mirar al futuro, que para Asaja se presenta negro por la "tremenda" pérdida de peso de España y de su agricultura en Europa, así como el "monstruoso" alejamiento entre el precio percibido por los productores y el pagado por los consumidores, lo que ha provocado un deterioro de las rentas agrarias a niveles "absolutamente alarmantes".

De las dos ministras que pasaron por el extinto ministerio de Agricultura, que pasó a denominarse de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, ni Elena Espinosa ni Rosa Aguilar logran el aprobado, aunque la segunda sale peor parada por su desidia en la primera fase de la negociación de la reforma de la PAC y por su apuesta por lo verde en detrimento de la agricultura. Precisamente, Bruselas propone destinar al greening o verdeo el 30% de las ayudas de la Política Agrícola Común en línea con el documento que elaboró el ministerio español antes de asumir la presidencia de la UE, aún en la etapa de Espinosa.

En dicho documento aparece reflejada por primera vez la tarifa o tasa plana para el reparto de las ayudas de la PAC, principal caballo de batalla del sector ante la propuesta de reforma pues implica la supresión de los derechos históricos y pone en peligro la soberanía alimentaria para primar la simple tenencia de tierras, con independencia de que produzcan o no.

Pese a su origen andaluz, Aguilar es considerada por Asaja "la persona que más daño ha hecho al campo andaluz en los últimos tiempos", en particular por su obsesión por lo verde de la que nos va a costar recuperarnos".

De la legislatura que ahora se agota, los agricultores valoran la mejora de la seguridad frente a los robos en el campo, demanda que salió de la provincia y a la que el candidato socialista y exministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dio una respuesta eficaz, ilustrada por la espectacular 'Operación cobre' desarrollada por las Fuerzas de Seguridad del Estado.

A Rubalcaba, sin embargo, le reprochan que no se haya visto ni un sólo euro de las ayudas que él mismo prometió a los agricultores afectados por las inundaciones en su visita a la zona, que Asaja incluye en el desembarco de responsables políticos para hacerse la foto con el agua por la cintura. La condonación del canon del agua a los regantes a causa de la riada también figura en el debe del candidato socialista.

Sobre los programas electorales del PSOE y el PP para la próxima legislatura, las organizaciones agrarias esperan que, salga quien salga, cumpla el compromiso de dar prioridad al sector por su aportación a la economía y a la creación de empleo. A escasas horas del cierre de campaña, la agricultura y sus problemas han estado mucho más presentes en el discurso de Rajoy, que incluso se acordó del sector en el cara a cara. El candidato del PP ha reiterado hasta la saciedad que recuperará el Ministerio de Agricultura como gesto testimonial de la importancia que su partido quiere dar al campo y explicó sus propuestas a los agricultores de la provincia en un encuentro organizado por Asaja en su sede del parque tecnológico, cita que eludió Rubalcaba.

A uno y otro, el sector reclama que se pongan a trabajar al día siguiente de las elecciones para frenar la reforma de la PAC, lo más urgente en estos momentos.